El jugador acepta que no le ha sido nada sencillo ser tan inconstante en el presente semestre. Asegura que entrena fuerte todos los días, pero que aún no le ha terminado de alcanzar. ¿Le afectó creer que ya estaba todo listo para jugar en el extranjero? También lo contestó sin tapujos.
Álvaro Zamora tuvo que hacer una pausa y regularse, a sus apenas 21 años de edad, en el sueño de convertirse en legionario. Acepta que la ansiedad y las ganas de irse muy pronto al extranjero, le estaban pasando una mala jugada.
El futbolista ha tenido un crecimiento desmesurado. Ha quemado etapas muy rápido y le ha costado el presente, así lo dice él mismo cuando se sincera al respecto.
Por ejemplo, el semestre anterior todo fue casi perfecto. Estuvo de titular indiscutible en el Saprissa, salió campeón, lo llevaron al Mundial de Catar, y empezaron a presentarse ofertas concretas para ser legionario. Su nombre sonó en Grecia y Turquía.
Sin embargo, hoy en día, juega muy poco con el Saprissa, no ha vuelto a ser convocado a la Selección y su futuro es incierto. Empero, en medio de todo esto, cuenta que ha pedido ayuda y siente que va mejorando, pues no ha sido fácil llevar la situación.
“Debo aceptar que he tenido un bache de algunos partidos en donde la pasé mal. Tuve algunos problemas personales y siento que no tuve la madurez necesaria para enfrentar algunas situaciones. Acepto que tengo que aprender a manejar mejor algunas situaciones de mi vida”, expresó en los micrófonos de Columbia.
Asimismo, menciona la importancia que ha tenido el psicólogo del club, en todo este momento.
“El tener ofertas en el extranjero lo debo tomar con mucha calma. Yo he pensado muchísimo en esas posibilidades, y ahí debo tener más paciencia. Solicité ayuda con el psicólogo del club y me ha colaborado, principalmente con todo esto de estar pensando en el pasado y en el futuro. Me han explicado que primero camine antes de pensar en correr, y voy mejorando con todo eso. Estoy viviendo el presente, el día a día, y ya después lo otro vendrá por añadidura. Quiero enfocarme en el hoy. Ya no me quiero desesperar”, dijo.
Zamora quiere recuperar su versión, volver a ser determinante y ganarse esa opción de jugar en el extranjero.
“Ahora mismo tengo otro rol en el equipo, tengo que esforzarme y esperar mi turno y ser maduro con esto. Tengo muy buena actitud y me esfuerzo al máximo, todo va a mejorar, lo sé”.
De momento el futbolista se concentra en la Gran Final ante Alajuelense. Añora ser tomado en cuenta y aportar su ‘granito de arena’. Sueña con ser bicampeón, y… por qué no, el próximo semestre ya jugarlo siendo legionario.
