“Nunca ha habido ningún problema, más bien todo lo contrario”, remachó Mauricio Wright sobre su arribo al final de campeonato como asistente de emergencia para Geiner Segura.
Wright llegó justo después de clasificarse el Cartaginés a semifinales, cuando el presidente Leonardo Vargas consideró que hacía falta un ajuste para ser más competitivo y dejar de perder y de recibir tantos goles de visitantes.
La movida funcionó. En fase final, Cartaginés empató 1-1 sus tres partidos de visita, uno ante Herediano y otro frente a la Liga.
En casa no sufrió ni un solo gol en contra. Derrotó 1-0 al Team y luego empató sin goles y venció por la mínima a los manudos.
“Estamos muy contentos Geiner y yo de trabajar juntos”, aseguró Wright Reynolds.
“Hemos aprendido bastante en estos días. Donde hemos combinado mi experiencia, con un poquito más de tiempo en estas instancias”, agregó y pidió darle el crédito a Geiner Segura.
“Geiner se destapa con otro título. Geiner también fue campeón nacional con Alajuelense y eso no se lo puede quitar nadie”, recordó sobre su paso con los manudos como asistente de Andrés Carevic, cuando la Liga levantó la 30.
¿Será que no se le dio suficiente crédito a Segura cuando fue la voz en el oído de Carevic?
Segura también se refirió a la llegada de Wright. Sacó pecho. Otros por orgullo quizás habrían renunciado. Pero él no. Aceptó con madurez la mano amiga de un técnico ducho.
“Cuando pasó lo que pasó, podía haber tomado otras decisiones, pero aguanté y hoy estamos aquí celebrando. Yo sabía que Dios me tenía algo. Esto es de Dios y le doy las gracias a todos los que me ayudaron”.
