Vladimir Quesada, director técnico del Deportivo Saprissa, le puso por cuarta vez su sello a un título de campeón de los morados y agradeció a su esposa, a su equipo de trabajo, al Eterno y a los jugadores, quienes día con día trabajaron y demostraron de lo que Saprissa está hecho.
Recalcó que el titulo se ve correspondido ante su archirrival la Liga Deportiva Alajuelense, a quien le dio mérito por el buen trabajo. “Es un gran equipo que presentó un gran equipo en el terreno de juego, que hizo un gran partido y eso hace más meritorio la obtención de este tetracampenato”.
Quesada comentó que él les da la motivación a los jugadores durante la semana, el día del partido no es necesario que él les diga cosas porque para eso esta la afición, quienes desde que salen del hotel, hasta la llegada al estadio están alentándolos.
“Cada vez es más difícil llegar aquí al Ricardo Saprissa y eso motiva, alegra, saca las lágrimas y obviamente yo entendía cuando llegué al camerino y hablé con ellos que no había necesidad de expresar muchas palabras con lo que ellos vivieron en el trayecto entre el hotel y el estadio la motivación estaba al tope”, dijo Quesada.
Mencionó que la química que se vive en la cueva entre la afición y el terreno de juego está dando frutos y en la final no fue la excepción, “Pudimos conseguir el triunfo necesitado y responderle a esta gran afición que nos ha apoyado durante todo el torneo”.
El entrenador sufrió tres bajas para el juego de vuelta, tras la expulsión de Chamorro, Gerald Taylor y David Guzmán y manejó la situación de buena manera, porque dijo que durante todo el semestre tuvo faltantes y en este último juego él sabía que no sería la excepción de hacer un buen juego con los jugadores que estuvieran disponibles.
“Para nosotros no fue algo nuevo, durante todo el torneo ha sucedido así por lesiones, expulsiones, llamamientos a diferentes selecciones y siempre ha quedado un grupo de jugadores que ha respondido por los muchachos que no están”, dijo Vladimir.
Entrevista: Ronald Villalobos.
