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Visitar el desierto y subirse a un camello: De las experiencias imperdibles en Catar

by Anthony Porras

(Aquí Doha)- ¿Cuánto cuesta un tour todo incluido para esa actividad? ¿Qué tan agradable es? ¿Vale la pena y se recomienda? Columbia Deportiva vivió toda la anécdota y la cuenta paso a paso a continuación.

¿Y va a ir al desierto? ¿Se va a subir a un camello? Las preguntas anteriores tienden a ser sumamente frecuente para las personas que van a visitar Catar, por ejemplo, durante la Copa del Mundo.

Lo preguntan familiares y amigos y; seremos sinceros, propiamente los que van a visitar esta zona del mundo siempre tienen ganas de vivir esas experiencias. Es algo así como imperdible.

Columbia Deportiva lo realizó este miércoles y contamos el paso a paso de la anécdota, quizás le puede servir por si algún día lo desea realizar.

El tour se contrata a través de diferentes agencias de turismo local. El precio es por grupo. A Columbia le costó un monto aproximado de 400 dólares americanos, lo que se distribuye en este caso entre cinco personas, pagando cada una unos $80. Se cancela en efectivo y eso sí, en riyals cataríes.

Se fija una hora y lo recogen en su domicilio. En esta oportunidad, nosotros elegimos 9:30 a.m., y muy puntuales, estaban recogiendo al equipo de trabajo de ‘La Mundialista’ en nuestra propia casa catarí.

El chofer era de Pakistán, su nombre es Abhalí y nos trató desde el primer minuto muy amable y atento. Conversaba sin problemas en inglés, al igual que prácticamente todas las personas en Catar. Si hablas inglés, no tendrás problemas de comunicación.

Cabe destacar que, Abhalí también se convirtió en un vendedor todo terreno. Pues, en la parte de atrás del carro, tiene artículos a la venta. Te ofrece desde sandalias, camisetas o pantalonetas, hasta turbantes o lentes de sol. Es una tienda-móvil en donde hay de todo lo que el turista requiere.

El viaje, a través de un vehículo 4X4 también es ambientado. Te ponen música árabe, manejan rápido y el mismo chofer te va brindando datos y detalles del desierto, los camellos y todo tipo de preguntas que uno desee realizar. La idea es que se haga ameno el trayecto.

En unos 50 minutos llegamos al lugar anhelado, el desierto de Catar. Antes de meternos ya propiamente a las dunas, el guía detuvo el vehículo, se bajó y desinfló las llantas, es necesario para poder manejar en el desierto y hacer todo el recorrido satisfactoriamente.

Se maneja veloz, es hasta cierto punto extremo en algunas zonas y sí se pide siempre ir con el cinturón puesto. Quizás, podría ser un poco incómodo para aquellos que les molesta la famosa “batidora” en un carro, pues uno sí se mueve para todos lados, pero la experiencia es agradable y genera mucha curiosidad de ‘qué sigue ahora’.

En uno de los picos del desierto se detienen. Nos bajamos del vehículo y las fotos van y vienen, es el momento del famoso ‘selfie’ o la fotografía para las redes sociales.

También sacan una especie de ‘tabla’ con la que la gente se resbala por toda la arena, como que si fuera un tobogán. Bonito momento en medio del desierto. La gente se tira, y pues sí, queda uno todo lleno de arena, pero con sonrisa de oreja a oreja.

De nuevo al vehículo y seguimos avanzando, se recorre mucho tiempo hasta llegar a chocar con el Golfo Pérsico. Ahí de nuevo se hace una parada y es un momento extraordinario. El guía te deja entre el desierto, el Golfo, y al fondo ya se ve el territorio de Arabia Saudita, belleza pura por los cuatro costados.

Mucha gente se baña en esa zona, es la oportunidad de tocar esa agua (estaba temperatura media, ni tan fría ni tan caliente) y disfrutar a fondo del Golfo Pérsico. Y, de nuevo, más fotos por todos lados.

Luego, es el momento de regresar; y buscar el sitio en donde se encuentran los camellos, otra de las grandes atracciones del viaje.

Al llegar se observan cientos de camellos, muchos trabajadores y todos esperando a los turistas. Ofrecen dos recorridos; el corto tiene un valor de unos 14 dólares americanos; mientras que, el recorrido extenso cuesta el doble, unos 28 dólares.

Columbia realizó el recorrido corto. Te montas en un camello, y recorren en un ida y vuelta cerca de un kilómetro. Llevas siempre adelante un guía, que controla todo el escenario y que además te hace hasta de fotógrafo, pues le das el celular y te graba videos o toma fotografías para recordar por siempre el momento.

Luego, llegas de nuevo al punto de partida y se pueden tomar más imágenes ya con los camellos descansando.

También existen otras opciones, como ver y lucir halcones y otro tipo de aves.

Por último, es el momento de regresar. Otros 50 minutos -en nuestro caso- hasta llegar al domicilio, en Doha.

Todo el tour como tal, desde el primero hasta el último minuto, tiene una duración de unas cuatro horas. En donde se vive una experiencia muy diferente para nosotros, algo que vale la pena vivir, si estás en el Medio Oriente.

Recomendado y sugerido. Si estás en Catar o en países cercanos, visitar el desierto y subirse a un camello, es de las cosas que no deberían dejar pasar.

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