Daniela Carranza Jiménez y un grupo de costarricenses escucharon sirenas y observaron cómo las defensas israelíes interceptaban misiles
Carranza y su esposo son pastores de una iglesia cristiana ubicada en San Ramón de Alajuela que se llama Centro de Adoración. Ellos viajaron a Israel con su hijo de 10 años, una hija de 13 y otras personas de la congregación.
El sábado 7 de octubre, el grupo se encontraba en un mirador, cerca del Monte de los Olivos, desde el cual se ve la ciudad de Jerusalén. En ese momento escucharon las sirenas que avisan de ataques aéreos y comenzaron a preguntar qué sucedía. El guía que estaba a cargo del tour les pidió que se agacharan.
Momentos después notaron como en el cielo comenzaron a verse los misiles lanzados por la organización Hamás desde Gaza. Además pudieron observar la forma en que el escudo antiaéreo de Israel los interceptaba.
“En el 2019 había tenido la oportunidad de venir y las había escuchado (las sirenas) pero nunca había visto los misiles como los vi. Estábamos desde el mirador y comenzamos a ver en el cielo nubes blancas. Las alarmas sonaron. El guía inmediatamente nos dijo que teníamos que agacharnos, escondernos porque estaba siendo atacada Jerusalén. Todos estábamos super asustados porque nunca habíamos vivido una cosa así”, expresó.
Carranza, de 31 años de edad, recordó que fue impresionante observar cómo funciona el llamado Domo o Cúpula de Hierro, que es el sistema antiaéreo que tiene Israel para interceptar los misiles enemigos.
“Si no hubiese sido por eso, los misiles hubiesen caído y hubiesen provocado muertes, explosiones de edificios, pero nosotros la vimos en acción porque… sonaba… obviamente no se puede comparar, pero como juegos de pólvora. Donde sonaba la explosión era que el misil estaba siendo derribado por la Cúpula de Hierro”, recordó.
Carranza manifestó que estaba asustada, principalmente por sus hijos. “Lo primero que se me vino a la cabeza fue orar por la paz”, añadió.
La costarricense indicó que el guía que los acompañaba también es educador y conoce muy bien los temas del conflicto. Él sacó un mapa, les explicó de dónde lanzaban los misiles y lo que estaba sucediendo. En ese momento entendió que se trataba de algo muy grave y que estaban presenciando el inicio de una guerra.
La pastora relató que unos minutos después los llevaron al Monte de los Olivos y luego el guía fue avisado de que el Instituto de Turismo dio la indicación de suspender todas las actividades.
“Llegamos al hotel y nos llevaron a conocer las habitaciones blindadas que tenían y ahí estuvimos un gran rato. Luego salimos, estuvimos en el lobby y otra vez sonaron las alarmas entonces tuvimos que volver a la habitación. Ahí teníamos que esperar 10 minutos cada vez que sonaban las alarmas.
Al ver las noticias pudo terminar de dimensionar la magnitud de la situación y sintió mucho dolor por las muertes que estaban ocurriendo tanto de israelíes como de palestinos.
El grupo espera volver a Costa Rica el próximo miércoles. “Esa es nuestra fe, que no haya ningún problema”, concluyó.
