Funcionarios del Arsenal Nacional realizan esta tarea bajo estrictas medidas de seguridad. En el 2022 se han destruido 2.500.
La mañana de este jueves, el ministro de Seguridad, Jorge Torres y otros jerarcas de la institución participaron en una actividad en la que, de manera simbólica, se hizo la destrucción de un grupo de armas cortas y largas.
Además de las armas de fuego, había algunas de munición menos letal y otras que eran falsas o réplicas con apariencia muy similar a las verdaderas.
Las armas se destruyen luego de que finalizan los procesos judiciales o cuando se determina que no pueden quedar en custodia de particulares. A todas se les asigna un número de registro mientras están bajo la responsabilidad del Arsenal Nacional.
Primero se hace una revisión minuciosa, luego se separan los componentes y finalmente se cortan en partes con una sierra.
El director de Armamento, Reinaldo González, explicó que el proceso está certificado por entidades internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Asegura las mejores prácticas y cambios significativos en nuestra metodología de registro; para rendir cuentas y someternos al criterio y escrutinio de la comunidad internacional; pero sobre todo para asegurar que ni las armas ni sus partes, ni sus componentes puedan ser utilizados nuevamente para dañar a otra familia”, expresó.
González comentó que en el 2022 se desarticularon 2.575 armas. “Armas procedentes en su mayoría de procesos judiciales, en donde se tuteló, a partir de nuestro marco jurídico un proceso que justifica su destrucción”, recalcó.
“Retirar armas irregulares, vinculadas a delitos y a violencia en nuestras calles, es una de las actividades que más contribuyen a la pacificación del país y la seguridad de todos”, agregó González.
Trabajo constante
El ministro de Seguridad, Jorge Torres, agradeció el trabajo de los policías que a diario buscan sacar armas de las calles para evitar que se usen en contra de la ciudadanía.
“Partiendo estas armas, para el mundo es un mensaje muy claro de democracia. Costa Rica hoy sufre un flagelo que es el narcotráfico que nos deja una estela de problemas, un atomizaje de delitos, dentro de esos el tráfico de armas y la cantidad de homicidios que hoy nosotros padecemos”, subrayó.
“No vamos a doblar rodillas, vamos a seguir de frente contra el crimen organizado. Siempre he dicho, la única forma de poder impactar a estas estructuras locales que se dedican al narcomenudeo y el tráfico internacional, es quitándoles las armas y el dinero”, añadió.
El director general de la Fuerza Pública y viceministro de Seguridad, Daniel Calderón, dijo que hay una vinculación directa de los hechos de violencia con el uso de armas de fuego. Citó como ejemplo los homicidios y los asaltos.
“Esto ha venido creciendo en el país. Hay una disposición importante de armamento que está en manos de las estructuras criminales; armas cortas, armas largas. De manera que uno de los objetivos prioritarios del trabajo nuestro es siempre tratar de sacar esas armas de las calles. Hemos venido cerrando en promedio con más de 2.000 armas decomisadas por año”, indicó.
Las autoridades también comenzaron el proceso para destruir 100 mil municiones, decomisadas por su relación con hechos delictivos.
