Vecinos de San José y Desamparados agradecen que no haya personas lastimadas pero perdieron muebles, carros, ropa, alimentos y electrodomésticos.
Noticias Columbia hizo un recorrido por la ciudadela Calderón Muñoz, detrás de la Clínica Carlos Durán en San José y también por Gravilias de Desamparados.
Varios vecinos relataron los momentos de angustia que vivieron por las fuertes corrientes de agua y lodo que se metieron en sus casas la tarde de este lunes.
Cuando bajó el nivel, pudieron dimensionar las consecuencias que dejaron las inundaciones por las lluvias torrenciales, el desbordamiento de ríos o el colapso del sistema de alcantarillado.
El agua dañó portones, pisos, paredes, puertas, muebles, carros, ropa, alimentos y electrodomésticos, entre otras pertenencias.
Testimonios
Katherine Madrigal, vecina de la Ciudadela Calderón Muñoz, comentó que la corriente levantó una microbús que estaba en la cochera de su casa. Flotó, se fue contra el portón y lo dañó.
Como la casa es de dos plantas pudo llevar a su madre al segundo piso, mientras ella buscaba a sus cuatro gatos y algo para impedir que la buseta se fuera a la calle. El agua también se metió al interior del vehículo.
“Perdimos el carro, el juego de sala, muebles de cocina, refrigeradora, cocina, lavadora… todo”, expresó.
Irene Brenes estaba en su trabajo como policía Municipal cuando la llamaron sus familiares para avisarle que la casa se estaba inundando.
Se fue a la ciudadela rápidamente. Para poder entrar a la casa se tuvo que aferrar a portones y un muro.
“Todo se perdió en segundos. Por lo menos fueron pérdidas materiales y no humanas. Era demasiada la cantidad de agua. Es triste”, comentó.
“El agua me llegaba casi por el pecho y para poder llegar hasta donde mi hermana, tuve que subirme por las rejas de las casas y ponerla a ella a salvo y a los perros que tenemos acá y ayudar a unos vecinos que me gritaban, me decían: ‘oficial ayúdenos’, porque estaban encerrados y no podían abrir”, añadió.
Jorge May relató que el agua dañó su vehículo y lo empujó contra la puerta de la casa. Adentro, se dañaron muebles, colchones y muchos aparatos.
Cuando comenzó la inundación él estaba en la casa junto a su esposa y una nieta.
“Agarró una velocidad increíble. Ellas se sentaron encima del desayunador y yo jugándomela con el agua por el pecho”, recordó.
Varios vecinos de la comunidad hicieron un llamado al Gobierno local para que se realicen trabajos que mitiguen este tipo de situaciones.
Aseguran que la infraestructura actual no es adecuada para canalizar las aguas que pasan por un río cercano a la clínica Carlos Durán.
Personal de la Municipalidad de San José y del Ministerio de Salud estuvo en el sitio visitando a las familias.
Había cuadrillas que se encargaban de recoger escombros o artículos dañados para llevárselos.
Problemas en Gravilias
Las inundaciones también afectaron viviendas ubicadas en una calle que colinda con el gimnasio del Colegio de Gravilias de Desamparados.
Mery Cerdas afirmó que este problema los ha golpeado en varias ocasiones.
“Ya no tenemos nada más que perder. Ya lo que hay es lo que subimos y lo demás ya se perdió. No hay vuelta atrás. Es agua muy mala, con desechos orgánicos y basura”, relató.
Sonia Meléndez aseveró que cualquier aguacero les provoca nerviosismo.
“Todas las noches una angustia. No hemos dormido. Ahora nos avisaron que va a llover… imagínese cómo podemos estar. No puedo uno dormir porque… en qué momento se viene otra vez”, destacó.
Esta vecina dijo que uno de los problemas más serios es que a las casas también se meten aguas negras que son altamente contaminantes y peligrosas para la salud.
Stephanie León contó que en cuestión de cinco minutos se inundó la calle y quedaron con el agua por la cintura. Apenas les dio tiempo de recoger algunas cosas.
“Se nos mojó la refri, la cocina, la lavadora, porque las camas y los sillones los pudimos subir a tiempo”, detalló.
Cuadrillas de la municipalidad de Desamparados llegaron al sitio para colaborar con las tareas de limpieza de vías y aceras.
El vocero del Gobierno local, Michael Cordero, indicó que se está ampliando la caja de registro para ayudar al paso de agua pero que en la zona se requieren intervenciones más profundas que sobrepasan el presupuesto municipal.
“Sabemos que tenemos que dar una solución formal a esta situación pero estamos hablando de millones de millones de colones que la Municipalidad no tiene, pero que está dispuesta a asumir el reto y, en ese sentido, se han tenido reuniones con la Comisión Nacional de Emergencias y el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal quien nos está asesorando para brindar un solución de manera formal”, expresó.
“La próxima semana tendremos una reunión con los encargados de la asesoría para conocer cuáles son esas soluciones y a partir de eso ver cómo lo va a financiar la municipalidad, sea por medio de un préstamos con esta misma entidad o sea que la Comisión Nacional de Emergencias nos colabore en la realización de estas obras”, concluyó Cordero.
