Numeroso grupo se reunió desde las 10:00 p.m. y amaneció en el lugar para pedir soluciones. El ministro Amador va en camino al sitio.
A través de sus redes sociales, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) informó la mañana de este martes que no habrá cierre de la ruta 228 que comunica Copalchí de Quebradilla con Corralillo de Cartago.
La noticia llegó justo después de que los vecinos hicieran una vigilia desde las 10:00 p.m. del lunes y que se ha extendido hasta este martes.
La manifestación pacífica se originó por la preocupación de las comunidades ante el anuncio de que se iba a cerrar un paso provisional que existe en la zona la cual se ve afectada por un hundimiento desde setiembre del año 2021.
De acuerdo con lo que explicaron los vecinos, la ruta pasa por la propiedad de una persona que mantiene un acuerdo con el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
El problema surgió cuando los residentes fueron alertados de que, presuntamente, ese vínculo iba a finalizar este 3 de octubre y debía cerrarse el paso. Esto iba a obligar a las personas a hacer traslados muy extensos para “dar la vuelta”.
El ministro de Obras Pública y Trasportes, Luis Amador, dijo que viajará al lugar para reunirse con los vecinos.
“También tenemos una reunión, posiblemente el día de hoy con el propietario del terreno que se utiliza actualmente como vía de paso alterno, que es una franja que se construyó el año pasado para ver la posibilidad de que nos permita seguir utilizando el paso por su propiedad”, expresó.
“El Consejo Nacional de Vialidad ya adjudicó a una empresa la construcción de la solución definitiva, que es un muro, para poder recuperar la carretera y devolver todo a como estaba previamente”, añadió.
Los vecinos tienen lista una carta para el presidente de la República, Rodrigo Chaves y el ministro Amador en la cual piden una solución definitiva para el asunto.
El caso
Uno de los vecinos que asistió a la vigilia fue Henry Rojas quien recordó que, tras el hundimiento, las personas debían hacer recorridos muy extensos para poder trasladarse entre las comunidades o ir a Cartago.
Rojas refirió que desplazamientos que tardaban 10 minutos se convirtieron en viajes de 45 minutos.
La situación ocasionó problemas para estudiantes, personas dedicadas al comercio y quienes se dirigían a otro tipo de trabajos. Además de que aumentaba el costo por uso de combustible.
Tiempo después, se habilitó el paso aledaño al hundimiento, como una especie de trocha para tener una vía.
Existe una ruta alterna, sin embargo, es estrecha y no es adecuada para todo tipo de vehículos.
