El Estado de la Educación y Ministerio de Educación Pública (MEP) han dejado en evidencia la falta de pasión por la lectura por parte de los estudiantes, algo que durante mucho tiempo se ha visto como una obligación. Además de que el aprendizaje se ha ido quedando rezagado al segundo año escolar.
Noticias Columbia conversó con Ana María Hernández del Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (UNA).
La experta destacó la importancia de permitir que los niños exploren desde sus primeros años de vida cosas relacionadas con la lectura y escritura
“Todos los niños por más humilde que sea su contexto tienen raíces de lectura y escritura” es decir, que han vivido de una u otra forma en su entorno algo relacionado con estas áreas, por ejemplo, ver a las personas leer y escribir.
Por ejemplo, con situaciones cotidianas, como marcas de productos, rótulos y en conjunto con la familia; “los niños leen antes de escribir convencionalmente, los niños escriben antes de escribir convencionalmente… hay que dejarlos que jueguen con esas marcas y no frenar esa necesidad natural…”, dice la experta.
Es por esto que es importante que entre todos se fomente el gusto por aprender, y en el momento de llegar al sistema educativo el menor ya ha tenido un primer contacto, ahí es donde entra otro actor importante, que es el docente.
Los educadores deben permitir que el niño sea protagonista, y hasta que cometa errores comunes, una tilde no colocada, brincarse una letra, etc, no se le debe regañar sino manejarlo de forma asertiva hacia la mejora.
Conocer a los estudiantes y aplicar estrategias de aprendizajes
Ana María Hernández, recordó la necesidad de atender a todos los menores de acuerdo con su realidad de aprendizaje; para ello los educadores deben poner en práctica diferentes estrategias.
Por ejemplo, en algunas ocasiones se puede trabajar con el grupo completo, en otros momentos es mejor hacer subgrupos; también se puede dar la oportunidad a niños que van más avanzados pueden ayudar a otros estudiantes, inclusive entre pares resulta ser una buena opción.
“Este mundo es letrado”, dice la experta, entonces salir, visitar la comunidad, ver los rótulos y leerlos son otras estrategias.
Se debe tomar en cuenta que es importante tener espacios adecuados para disfrutar de la lectura y escritura, aun cuando estén pasando de kínder a primer grado; el niño sigue siendo un niño que quiere seguir jugando y la experta recuerda que de esta manera también se puede aprender.
Esto poco a poco les llevará a que creen sus propios gustos de lectura.
La vocación es importante
Adaptarse a los nuevos tiempo y forma de aprendizaje de los menores es cada vez más importante de acuerdo con la experta, y es algo que se debe hacer ya.
Es por esto que los educadores deben capacitarse para atender las necesidades, “si bien la educación requiere reformas, no podemos llegar tarde a quienes ya están en las aulas”, señala Hernández.
La vocación docente es primordial para lograr los objetivos de formación integral de los niños y como lo han señalado tanto la ministra de Educación como desde el Estado de la Educación, las carreras de docencia deben mejorar.
En la Universidad Nacional, por ejemplo, además del examen de admisión tradicional se hace una prueba adicional para que quienes deseen ingresar a la formación puedan discernir su vocación.
Desde el primer momento hay componentes prácticos que le permiten al futuro educador tener contactos reales para conocer la experiencia laboral y tomar una decisión.
La experta considera que una alianza entre universidades y docentes del Ministerio de Educación es sería un apoyo para aquellos estudiantes que quizás van quedando rezagados en los primeros años y así mejorar su experiencia aprendizaje.
(Foto con fines ilustrativos, tomada del Facebook del MEP)
