Presidente de la República, Rodrigo Chaves, destacó posibilidad de otros países de contar con un Ejecutivo con apoyo mayoritario en el Congreso. Para el diputado frenteamplista, Antonio Ortega, el mandatario ‘añora ser un autócrata’.
El presidente de la República, Rodrigo Chaves, reconoció que tener una Asamblea Legislativa con mayoría de oposición “no ayuda” en el proyecto que plantee un Poder Ejecutivo.
Así lo indicó el mandatario en entrevista con Noticias Columbia, durante su visita a Panamá por el traspaso de poderes en dicho país vecino.
Según Chaves, otras naciones de la región cuentan con la posibilidad de avanzar en sus planes gracias a que el oficialismo tiene una mayoría en los distintos congresos.
“Yo no considero nada que el pueblo de Costa Rica decida, o no, idóneo. Lo que pasa es que sí noto la tendencia de muchos pueblos, como el pueblo mexicano, como el pueblo salvadoreño, como ahora el pueblo dominicano, que dicen que esa división, esa repartición de responsabilidad, autoridad, etc, donde la Asamblea Legislativa ejerce una oposición poco constructiva, no ayuda. Para mí no hay nada que cambiar, yo salgo el 8 de mayo del 2026 a mediodía. Me llamó la atención la contundencia del triunfo (República Dominicana) y que en Costa Rica ya se están oyendo voces de que tener una Asamblea con tantas fracciones y mayorías tan fuertes de oposición no le está sirviendo al país y que ese eco se escucha en varios lugares de América Latina”, mencionó Chaves.
Este planteamiento fue respaldado por el subjefe de la fracción oficialista, Daniel Vargas.
Para el diputado, el Gobierno ha tenido serios problemas para aprobar proyectos de ley, ante la mayoría de oposición en la Asamblea Legislativa.
“En definitiva, que el Ejecutivo pueda tener mayoría en la Asamblea sería un factor sumamente importante para poder impulsar las iniciativas que lo llevaron a presidir el Ejecutivo. Lo que nos ha ocurrido, por ejemplo, en esta administración, es que el pueblo elige a don Rodrigo para efectos de llevar adelante una serie de proyectos y no encuentran un eco suficiente en la Asamblea Legislativa para poderlos convertir en leyes de la República. Por esto, en definitiva, se ha ralentizado la posibilidad de de llevar adelante una serie de proyectos sumamente importantes, de urgencia, para para este país, incluyendo cuestiones de infraestructura, seguridad…”, aseguró el oficialista.
Por el contrario, el jefe de fracción y diputado del Partido Frente Amplio (FA), Antonio Ortega, aseguró que el control político de la Asamblea Legislativa y otros mecanismos institucionales han sido un estorbo para Rodrigo Chaves.
Además, indicó que, en el fondo, el presidente lo que desea es ejercer un poder supremo en el país.
“Ha sido común que los diferentes presidentes hayan querido tener una mayor cantidad de diputados en la Asamblea Legislativa. Lo innovador, para mal, con este gobierno, es que el presidente ha hecho alarde de que no sabe convivir con la democracia. Entonces, es evidente que la Asamblea Legislativa con su control político, que es su deber constitucional, le incomoda al señor Presidente, pero también le incomoda la Contraloría, también le incomoda el Poder Judicial, también le incomoda el Tribunal Supremo Elecciones, también le incomodan los medios de comunicación no alineados. En el fondo lo que sucede es que él quisiera tener control de diferentes instancias de la institucionalidad, inclusive dentro del sector privado. Creo que en el fondo él añora poder ser un autócrata”, manifestó Ortega.
Finalmente, el analista político, Sergio Araya, explicó que un gobierno con minoría legislativa, lo cual no es exclusivo de Costa Rica, obliga a los gobernantes a buscar acuerdos entre poderes para implementar sus políticas.
“Hace mucho uno de los aspectos que se ha cuestionado de los regímenes latinoamericanos en esta época de la redemocratización, es que justamente son regímenes presidencialistas donde se necesita para que haya una mayor y más efectiva gobernabilidad de mayorías parlamentarias que de alguna forma haga más fluida la toma de decisiones, en esos ejecutivos. Todo lo contrario, lo que se viene advirtiendo en diferentes países es un esquema de un sistema presidencialista a nivel de lo que es organización del régimen político, pero con una minoría, una fragmentación del Parlamento emanado de la voluntad popular a través de los de las elecciones”, detalló el politólogo.
