El gerente del equipo aseguró que el trabajo del silbatero en los partidos guapileños es muy parcial en contra de su equipo. Además, señaló que físicamente le pasa factura sus 46 años de edad y no está a la altura de la exigencia
Kiang Yep, gerente general del Santos de Guápiles, explotó contra el arbitraje la noche de este domingo, específicamente sobre el trabajo del silbatero Pedro Navarro.
Este fin de semana su equipo perdió en casa 2 a 3 ante el Sporting FC; y los guapileños consideraron que fueron afectados en temas arbitrales.
Una vez finalizado el cotejo, Yep llegó a la conferencia de prensa y solicitó la palabra. No se guardó nada contra Navarro. Es declarado non grato.
“Tenemos problemas sistemáticamente con el arbitraje de Pedro Navarro. Cuando él pita partidos del Santos de Guápiles, es muy parcial en contra del club. Nosotros siempre nos hemos mantenido al margen, sin buscar levantar la voz, pero creemos que ya es momento de que así como en el fútbol solicitamos y exigimos recambios generacionales, pues hagamos lo mismo con el arbitraje.
“La persecución de este árbitro contra el Santos es muy muy marcada. Ya no podemos seguir callando las actuaciones de este señor. Hemos hecho algunas quejas por mensaje de texto pero ahora ya haremos una carta y vamos a hacer todo formalmente”, mencionó el gerente del Santos.
De acuerdo con el administrativo guapileño, más allá de una jugada concreta, ellos consideran que esta es una práctica frecuente cada vez que les pita Pedro Navarro. No es la primera vez que quedan incómodos y molestos con su labor arbitral.
“Si falla un árbitro que forma parte de un recambio, pues se acepta, forma parte del proceso. Pero cuando falla, es parcial, y es un árbitro como este, es inaceptable. Él ya tiene 46 años, el arbitraje es un deporte y necesita eso, que lo ejerzan verdaderos deportistas. Él no puede estar pitando en un segmento solo de 7X7, marca las faltas a 35 o 40 metros de las jugadas, eso realmente no está bien”, manifestó.
Kiang terminó diciendo que espera no ver más a Pedro Navarro en un partido de su equipo. Desea a cualquier otro árbitro, que no sea el experimentado silbatero.
