El Real Estelí, conocido como el ‘Tren del Norte’, firmó una campaña de ensueño al llevar al fútbol de Nicaragua a la primera final internacional de su historia y mantiene la esperanza de conseguir una última hazaña en su visita al Alajuelense.
El 0-3 encajado en casa en la ida fue un balde de agua fría para el conjunto dirigido por el entrenador Otoniel Olivas, que espera este martes mejorar su nivel y marcar un gol rápido que le devuelva las esperanzas de meterse en la pelea por el título.
El centrocampista Bancy Hernández, expulsado en la ida, será una baja sensible para el equipo nicaragüense, que deberá apostar por la velocidad en el ataque de Byron Bonilla y la calidad en la media cancha de Harold Medina.
Otro de los deberes del equipo nicaragüense es evitar los errores defensivos que cometió en la ida y que le costaron caro. En la ida tuvo una actuación muy deficiente el central colombiano, Leyvin Balanta. “Fue doloroso, muy duro, pero es parte de esto, lo que nos dedicamos”, expresó el sudamericano. “Ya viví el duelo, se volteó la página”.
Ahora se enfoca en la vuelta, este martes en el Morera Soto. “La gente está mentalizada en lo que se quiere, que es revertir lo que se perdió en el partido pasado”.
