Artista español brindó su último espectáculo en concierto la noche de este sábado 8 de marzo en un Estadio Nacional que lució a lleno completo para despedir a un ídolo y un maestro.
En medio de una despejada noche de marzo llegó el momento de “El último vals” de Joaquín Sabina en territorio costarricense.
El español trajó su gira “hola y adiós” a Costa Rica para despedirse de un país que declaró no podía dejar fuera de la lista, y donde dijo “respiraba la buena onda” desde que ponía sus pies en el aeropuerto.
El show fue una mezcla de nostalgia con melancolía, de uno que sabe da sus últimos pasos en los escenarios mientras su ronca voz raspa una y otra vez las piezas que lo hicieron desde ya un inmortal para sus seguidores.
Minutos antes de las 8 de la noche el español anunció su próxima salida al escenario mientras en las pantallas del escenario se proyectaba su más reciente éxito, el cual publicó a propósito de su gira de despedida.
Ataviado con su infaltable sombrero, en esta ocasión de color blanco y un blazer negro el cantautor estuvo la mayor parte del concierto sentado mientras rasgaba las notas de sus canciones.
Así fue como entre una y otra cosa el público derramó con el laureado músico, poeta y pintor “lágrimas de mármol” mientras también recordó que lo negaría todo en complicidad con las mentiras piadosas dignas de su carrera y su música.
Sabina llevó a sus seguidores a pasar verlo sentado en su “Calle Melancolía” mientras cuestionó en coro con los asistentes quién le habría robado el mes de abril.
A la mitad del concierto, Sabina tomó un espacio para dejar dos de sus piezas en manos de sus músicos mientras tras bambalinas cambiaba su atuendo por primera vez.
Así el tiempo transcurrió impasible, lo cual hacía que lo inevitable llegase tarde que temprano.
El músico caminó por el boulevard de los sueños rotos con una clara alegoría a Chavela Vargas; a quién recordó como una gran amiga.
Y definitivamente en su última presentación “No le dieron la diez…” Tras un impás alrededor de las 09 y 15 minutos de la noche retornó para un íntimo encuentro de 3 canciones más para definitivamente decir adiós en medio de una sentida ovación de pie que todo el Estadio Nacional al unísono reconoció el talento y que guardará para sus memorias este último encuentro con el señor del sombrero.
