El hoy capitán de la ‘Sele’ contó una llamativa anécdota de cuando hizo una pasantía con el Feyenoord y se encontró con que el técnico era el histórico jugador de Países Bajos. Al regresarse a Costa Rica, Gullit le dio un mensaje a Ruiz, pero unos días más tarde, el fútbolista recibió una inesperada noticia.
Tenía apenas 19 años, pero Bryan Ruiz ya destacaba en Costa Rica. Debutó un año antes en Alajuelense y las posibilidades de partir al fútbol internacional se empezaron a abrir de distintas maneras a partir de su rendimiento en el fútbol local. Con un buen número de goles y asistencias, su representante le consiguió distintas pruebas, especialmente en Países Bajos.
Así recaló en el Feyenoord, un equipo histórico y que, en aquel momento, era dirigido por una figura de talla mundial: El exvolante ofensivo neerlandés Ruud Gullit, considerado uno de los mejores futbolistas del mundo en los 80’s, campeón de la Euro en 1988 y, ese mismo año, nombrado la mejor figura del orbe, en medio de su gran momento en el Milan italiano.
El Feyenoord vivía una etapa convulsa en resultados en aquel momento, pero Ruiz se integró al club y, desde su perspectiva, dejó ver una de las mejores versiones futbolísticas de su carrera deportiva.
Después de dos semanas a prueba, Gullit se le acercó para hablarle sobre su futuro en el equipo.
“Yo sentí que fue de las mejores pruebas que hice. Gullit me dijo, ‘lo quiero en el equipo Bryan, váyase tranquilo para Costa Rica y lo vamos a estar contactando'”, contó Ruiz, en el podcast ‘Corazón Manudo’, en Youtube.
El hoy capitán de la ‘Sele’ se regresó a Costa Rica con una sonrisa en el rostro, pero curiosamente todo cambió unos días más tarde, a pesar de lo bien que había jugado durante la pasantía.
Una decisión tomada por la organización a causa de los malos resultados, cambió el destino de Bryan.
“Yo me fui y una semana después despidieron a Gullit. No sé si se hubiera dado la transferencia o no, pero que mala suerte, pensé”, contó con sinceridad el futbolista, que unos años más tarde firmó con el Twente y luego también jugó en el PSV.
Ciertamente, no era la primera vez que Ruiz realizaba una prueba en Países Bajos, pues un tiempo atrás estuvo durante casi un mes con el club Heracles Almelo, un equipo de la Eredivisie que también funcionaba como una filial del PSV Eindhoven.
Ruiz considera que, en este club, también le fue bien, aunque al final optaron por no firmarlo.
“Entrené un mes y me fue muy bien, el entrenador me dice, ‘me gusta (tu trabajo), me gustaría que se quedara’, pero el Heracles no podía pagar la transferencia de un extranjero, así que estaba en manos del PSV, de que comprara mi ficha compre y me prestara. Sin embargo, el PSV decidió que tenía condiciones que para ellos eran más baratas de conseguir en otro europeo. Fue un poco decepcionante”, añadió Ruiz.
Unos años después, cuando militó en el PSV, el futbolista contaba entre risas lo que le decían en el club.
“Ellos bromeaban y decían, ‘el que estaba en ese momento lo echamos'”.
Lo cierto es que después de estas pruebas, Ruiz le pidió a su representante que se enfocara en buscar una oferta formal, pues ya no quería más pasantías. Al tiempo, firmó con el Gent de Bélgica, su primer equipo en Europa.
A la postre, brilló allí y luego saltó al Twente, en donde hizo historia y marcó la era dorada de la institución.
