El encuentro de este martes permitió a los presidentes del Ejecutivo y Legislativo conocer los pensamientos y puntos en común sobre el país. La reunión en Cuesta de Moras tendrá una segunda parte en Zapote, la próxima semana.
El 25 de julio, en medio de una calurosa Nicoya, el presidente de la República, Rodrigo Chaves, redujo la temperatura de las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo hasta un punto cercano al 0.
En su discurso por la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, el mandatario pidió a los diputados “dejar de jugar chapitas” y aprobar los eurobonos.
Aquel comentario cayó mal en Cuesta de Moras y encendió el malestar de algunos legisladores, incluido al presidente del Congreso, Rodrigo Arias.
Quince días después, Chaves y Arias compartieron un café para recuperar el calor en su relación política y dejar atrás el frío de las polémicas y los reproches.
El encuentro, dicho por sus protagonistas, fue eso: una tarde de café en la que se sentaron a conversar, más que a negociar, sobre los problemas del país.
Ante esta dinámica, la politóloga Kattia Benavides señaló que este es un primer acercamiento que pudo llegar antes, pero que siempre es de agradecer que se concretara.
“Este intercambio de opiniones es el primer contacto que tienen los dos presidentes porque tanto el Ejecutivo como el Legislativo van a necesitar de ambos brazos para poder construir la política pública que el país necesita para ayudarle a la ciudadanía a salir adelante, a mejorar la calidad de vida”, explicó.
Benavides calificó la reunión como un encuentro amistoso que buscaba conversar más que buscar las soluciones, en lo inmediato, de los problemas del país.
“Llamemos a esto un café de cortesía, como cuando uno va a tomar un café a la casa de un amigo, y eso está bien. Esto permite construir los puentes de comunicación que se necesitan entre los dos poderes de la República. Este acercamiento puede construir y puede seguirse dando para la viabilidad política que se requiere para resolver los grandes problemas del país”, anotó.
Si Rodrigo Arias puso el café para sellar la paz, Rodrigo Chaves se comprometió a devolver el gesto el próximo martes y terminar de sellar la cordialidad entre presidentes.
Al final, lo más importante será que la bebida sea dulce para todo el país y que las relaciones alejen el sabor amargo de los problemas sin resolver.
