La clave que tiene a Marruecos en las semifinales del Mundial es su solidez defensiva.
En cuatro de los cinco partidos disputados (tres de fase de grupos, octavos y cuartos de final), el único gol encajado fue en propia meta, en el partido contra Canadá.
Marruecos es un auténtico baluarte defensivo. La defensa en torno al capitán Romain Saiss y la estrella del París Saint Germain Achraf Hakimi es disciplinada, compacta y rara vez permite ocasiones al rival.
En cuartos de final, esperaron pacientemente las combinaciones portuguesas, cerraron espacios y forzaron a sus rivales a cometer errores, que luego aprovecharon para contraatacar.
”Es increíble. Si me decían al inicio de la Copa del Mundo que llegaríamos a semifinales ganando a Bélgica, España y Portugal, te diría que es imposible”, reconoció el DT Walid Regragui, quien asumió las riendas hace escasos tres meses luego de ganar el título marroquí al mando del Wydad Casablanca.
”Han visto que no somos fáciles de ganar. Estamos tácticamente bien, con corazón grande, no dejamos espacio, corremos y tenemos jugadores técnicos que pueden marcar diferencias, también tenemos suerte”, añadió el seleccionador que asumió el 31 de agosto de 2022.
”Nos estamos convirtiendo en el equipo que todo el mundo quiere en esta Copa del Mundo, porque estamos demostrando que, aunque no tengas mucho talento, si le pones deseo, corazón y convicción, puedes llegar”, opinó el seleccionador marroquí.
No oculta que tiene sentimientos por “Francia, es mi segundo país”.
El técnico, nacido y criado en la periferia de París, se permite ilusionarse: ¿por qué no podríamos soñar ganar el Mundial?”, añadió insistiendo “cualquiera que juegue contra nosotros tendrá que estar a su mejor nivel para ganarnos, no será fácil hacerlo. Ese es el mensaje que quiero mandar”, concluyó.
