Secretario general del partido, Miguel Guillén, pide a algunos de los precandidatos no mentir y hacer una campaña de altura.
La polémica dentro del Partido Liberación Nacional (PLN), a poco más de dos meses para su convención interna, aumenta día a día, pese a la firma de un compromiso ético por parte de sus cinco aspirantes a la candidatura presidencial.
Fue durante su última asamblea que los precandidatos liberacionistas acordaron mantener una campaña de altura y una ‘actitud hermanable’.
Así lo indicó la vicepresidenta del PLN, Ana Lucía Delgado, previo a la firma de este compromiso.
«Respetar las reglas y normativas. Se comprometen a cumplir cabalmente con todas las reglas, directrices y regulaciones que rigen la convención liberacionista, sin intentar eludirlas ni manipularlas de ninguna forma. Dos, fomentar la honestidad. Prometemos actuar con honestidad en todo momento, evitando el uso de trampas, engaños o conductas fraudulentas que puedan poner en riesgo la integridad de la convención liberacionista. Tres, respetar a las personas participantes. Nos comprometemos a tratar a todas las personas precandidatas con respeto, sin recurrir a actitudes de hostilidad, acoso o descalificación. Este trato cordial incluye las redes sociales, los espacios de y opinión donde converjan las personas precandidatas. Cuatro, mantener una actitud hermanable. Se comprometen a ganar o perder con dignidad, reconociendo el esfuerzo y mérito de los demás personas, así como aceptar los resultados de manera respetuosa e incondicional», detalló la vicepresidenta.
Pese a esto, en los últimos días han habido señalamientos, específicamente en contra del secretario general de la agrupación, Miguel Guillén.
Esto se debe a que, durante la Asamblea Nacional del partido, el dirigente promovió una moción, que no fue anunciada previamente, para ratificar el cumplimiento de las candidaturas.
Para el aspirante, Enrique Castillo, este fue un acto irregular e incluso solicitó al Tribunal de Ética y Disciplina del PLN su separación del cargo.
En la misma línea se refirió el también precandidato y diputado liberacionista, Gilberth Jiménez.
Para el verdiblanco, es inadmisible que Guillén buscara ratificar los requisitos de las precandidaturas a través de una votación en la Asamblea Nacional.
Ante estos señalamientos, Guillén reaccionó a estas críticas y afirmó que lo indicado por el legislador es falso. Además, pidió al aspirante Enrique Castillo que realice una campaña de altura.
El analista político, Mario Quirós, señaló que la imagen de un partido dividido afecta su confianza de cara a los electores.
De igual manera, mencionó que estos problemas dentro del PLN no son nuevos y suelen evidenciarse durante sus procesos internos de selección de candidato presidencial.
Según el politólogo, también ha sido frecuente que algunos aspirantes denuncien un favorecimiento por parte de la dirigencia del partido hacia otro de los precandidatos.
«El PLN se encuentra en un punto de inflexión coyuntural. Los liderazgos históricos que tradicionalmente habían participado como precandidatos han declinado de hacerlo. Tampoco han aparecido visiblemente, y subrayo visiblemente, detrás de las candidaturas, aunque estoy seguro que sí están moviendo los hilos de apoyo y esto nos pone en una situación en que hay una lucha actual por controlar el partido. Los precandidatos representan no solo intereses personales, sino también conforme se han ido acercando distintas estructuras territoriales, facciones internas con agendas políticas divergentes. Esto hace que, analizando ese contexto y muy resumidamente, vaya a darse una competencia agresiva por el liderazgo y el control del partido que va a resultar, sí o sí, en fricciones internas», mencionó el analista.
Finalmente, el exministro de Planificación en dos gobiernos del PLN, Roberto Gallardo, añadió que los problemas que suelen darse en la agrupación, durante la convención interna, son la razón por la que las autoridades del partido buscan acuerdos para evitar los roces en el proceso y afectar su imagen.
«Al partido se le critican mucho sus formas políticas, cómo se disputa el poder, cómo las personas que tratan de alcanzar las candidaturas acuden a denigrar a las otras personas para tratar de obtener un resultado positivo y eso es algo que la gente ha criticado y me parece que también es algo que están tratando de evitar las autoridades de partido. Habrá que ver si esto se mantiene, si la campaña transcurre en términos que sean civilizados; pero existe esa preocupación y me parece que las autoridades del partido están tratando de atenuar el posible impacto de campañas que se tornan muy agresivas y lo han hecho en el pasado», afirmó Gallardo.
