En Costa Rica, de cada 10 personas que ingresan al Seminario para convertirse en curas, menos de cuatro consiguen culminar proceso. Rector del Seminario se refirió al tema y puntualizó en que en pandemia el número casi no bajó ni subió.
Un 67% de los jóvenes que ingresan al Seminario Central de Costa Rica no se ordena como sacerdote. Es decir, de cada 10 personas que tratan de convertirse en ‘padres’ en nuestro país, menos de 4 consiguen culminar la profesión.
El rector del centro formador, el padre Carlos Coto, conversó con Noticias Columbia sobre este tema y puntualizó en que “no necesariamente” es un fracaso que el número de graduados sea tan bajo.
¿Dentro del Seminario, es un número muy alto los que no terminan?
Ciertamente el número de los que no terminan puede corresponder a un alto índice si lo vemos a groso modo, pero nosotros no solo consideramos los resultados a partir de los que terminan, sino también de los que pasaron el proceso y se dieron la oportunidad de discernir, eso para nosotros también es muy importante.
Es decir, no necesariamente implica un fracaso, sino que llegaron al final los que tenían que llegar; nunca el criterio puede ser cuantitativo en ese tema de la formación sacerdotal.
¿Cuánto ha aumentado o disminuido en los últimos 10 años?
En general se ha mantenido el número, incluso en los años de pandemia pensamos que se iba a dar una gran disminución en el tema vocacional y de ordenaciones y no fue así, se mantuvo una constante.
Ahora bien, el dato que se suministró sobre el 33% que terminaba el proceso y el 67% que no fue un aproximado, un promedio, hay años en que eso puede ser más, o años en que puede ser menos.
¿Cuáles son las edades promedio de quienes se retiran antes de finalizar?
Si consideramos que la media de los seminaristas que ingresan está entre los 19 y los 21 años aproximadamente, entonces tendríamos que decir que entre los 20 y 22 años se da la mayor cantidad de salidas del proceso, aunque esto no significa que se pueda dar también en los años siguientes, en los primeros años del proceso vocacional.
¿Después de cuánto tiempo de haber ingresado al seminario se van dando las salidas?
No hay una regla en esto, puede ser en el primer año o en los tres años siguientes; pero incluso en los últimos años que se supone es la etapa donde ellos están con mayor estabilidad pueden existir algunas salidas, si bien es cierto ya ahí vienen siendo las menos.
Entendiendo que cada persona tiene su proceso, ¿cuáles son las principales razones de las salidas?
En efecto tenemos que partir del hecho de que cada persona tiene su proceso, no podemos dar detalles de cuáles son las principales razones porque se trata de procesos internos, confidenciales y manejados con el mayor respeto hacia los jóvenes.
En general sí podría decir que cuando algún seminarista decide por cuenta propia abandonar el proceso lo hace porque quiere ampliar su experiencia de vida, seguir madurando su vocación o su proceso de crecimiento humano, o simplemente se da cuenta de que este no es su camino y que Dios le llama a otro estado de vida.
Posible reingreso.
Si una persona sale del seminario y se deja la puerta abierta para un reingreso se debe hacer la solicitud ante la diócesis respectiva, recordemos que al seminario central llegan los jóvenes de todo el país.
Eso sí, muchas veces se les pide llevar algún proceso de acompañamiento durante el tiempo afuera, personal o psicológico, trabajar algún aspecto de crecimiento, por ejemplo, incursionar en el ambiente laboral.
Luego, la diócesis, a través de la Pastoral Vocacional, debe verificar que los procesos se hayan cumplido y luego se pide el reingreso al seminario; el proceso se retoma en el punto donde lo había dejado.
