“Hay recuerdos que quedan guardados en una gaveta del corazón. Fue ayer al leer la nota que publicó el Semanario Universidad cuando recordé gracias a Edgar Silva, cómo conocí a Roy Solano y es por eso y gracias a Edgar que me gustaría hablar de su esencia como reportero de sucesos“.
A finales de la década de los ochenta yo era directora de ‘En Vivo a las Cinco’, un programa de Canal Siete que abordaba temas curiosos, cotidianos, pero presentados de forma amena y original.
Se hablaba salud, servicio, cultura, espectáculo, educación entre otros.
Pasaba de 5 a 6 antes, de Telenoticias. Así que mi jefa inmediata era Pilar Cisneros. Se abrió efectivamente una licencia por maternidad y me dieron la instrucción de contratar a algún practicante, por lo que me comuniqué con Lucía Faerron de la Universidad de Costa Rica, mi alma mater.
Me dijo que tenía a dos muchachos buenísimos y al día siguiente llegaron a la oficina, en el segundo piso del edificio de la Sabana.
Los recuerdo como si estuvieran frente a mi. Ambos de jeans, Roy con una camiseta azul, Edgar cuello de tortuga camisa blanca. Buscábamos a un muchacho para hacer una serie en las playas del país y nos parecía que Roy tenía el perfil.
Por lo que lo llamamos a él, pero como no lo vi muy convencido terminé trabajando con ambos, ¡por dicha! A los pocos días Roy me dijo que ya no más
En ese momento no entendí por qué declinaba trabajar en Canal Siete un joven que recién empezaba, pero después de unos años entendí todo.
Se trataba del género de periodismo. Yo no le ofrecía lo que él amaba.
Roy era un sucesero de corazón y yo le pedí que hiciera otra cosa.
Y es aquí en donde quiero reconocer tanto en Roy, como en todos los periodistas que cubren sucesos, su entrega y su vocación. Llevan agua, frío, sol, calor, viento. No tienen horario y están expuestos a todo tipo de cosas y casos. Pero aman lo que hacen, y no, no es morbo, se llama pasión.
Esta columna en homenaje a Roy Solano es un homenaje a su trabajo y su don de gentes. Cuando la vida hizo que me lo volviera a encontrar en los pasillo de Repretel, que si lo ofreció lo que En Vivo a las Cinco no, no le pregunté la razón por la rechazó mi propuesta, la respuesta yo ya la conocía solo con verlo en la pantalla
