En los últimos años, el Partido Nueva República (PNR) ha dedicado parte de sus mensajes en contra del PAC y, recientemente, el discurso se ha inclinado hacia el PLN.
La representación legislativa del Partido Nueva República (PNR) ha dedicado, recientemente, una serie de mensajes en contra del Partido Liberación Nacional (PLN), lo cual recuerda a la línea que dirigió la agrupación en contra del Partido Acción Ciudadana (PAC).
Desde “ratas” hasta “limpiar la suciedad del PLN”, son parte del contenido de estos discursos.
En los últimos días, el diputado David Segura ha sido enfático en sus ataques hacia el partido verdiblanco en el marco de la discusión del Caso Diamante en la Comisión de Ingreso y Gasto Público.
Este jueves, el también neorepublicano Fabricio Alvarado, se sumó a este discurso, en defensa de la administración en la Municipalidad de Osa.
Este tipo de mensajes no son coincidencia, sino que responden a una estrategia calculada por parte de Nueva República.
Así lo indicó el analista político, Mario Quirós, quien agregó que la agrupación pretende establecerse como el partido que lidere el movimiento de oposición.
«Es una apuesta calculada para tratar de desplazar a Liberación como el principal rival del oficialismo y consolidarse como la primera opción opositora. Están entendiendo que para llegar a una eventual segunda ronda deben vencer primero dentro de la oposición. En las anteriores elecciones, Nueva República tuvo un blanco claro, el PAC, que era el progresismo en el poder y contrastaba mucho con su discurso conservador. Ahora, con el PAC fuera del juego y un gobierno que le está captando parte de esa agenda conservadora, hace que Nueva República necesite un nuevo adversario estratégico: Liberación Nacional. Liberación es la mayor fuerza opositora con estructura nacional y su electorado incluye sectores que Nueva República podría atraer. Atacarlo permite a Nueva República también proyectar una narrativa de que los verdiblancos representan el sistema tradicional y que la verdadera oposición al oficialismo podría ser Nueva República. Claro está que para lograrlo primero debe consolidarse como el principal partido opositor y por eso estos ataques que buscan restarle credibilidad a Liberación, captar votantes desencantados y marcar terreno frente a otros opositores», mencionó Quirós.
Por su parte, el politólogo de la Universidad Nacional (UNA), José Andrés Díaz, mencionó que ante la desaparición de la arena política por parte del PAC, Nueva República busca otro partido para hacer confrontación.
«La estrategia de Nueva República en las elecciones pasadas podría pensarse de cierta forma que fue confrontativa contra el PAC, que era el partido de gobierno en ese momento y contra el cual otros partidos políticos también generaban una serie de ataques o críticas a su labor, que ayudaba a diferenciarse y con eso buscar a traer votos. Si nos vamos más atrás, en el 2018, ya empieza a generarse esta visión confrontativa a partir de la segunda ronda, cuando Fabricio Alvarado se enfrentaba a Carlos Alvarado y se generó todo ese discurso de que es un proceso para definir dos visiones políticas opuestas o antagónicas. Ahora, pensando en el próximo proceso electoral podría ser también muy importante para Nueva República seguir generando un discurso de confrontación que le permita diferenciarse y atraer votantes. Necesita buscar otro actor político, ya que el PAC ya no es una fuerza política, en este momento, relevante en el escenario costarricense. También podemos pensar que gana más relevancia esta idea de generar una estrategia de confrontación porque tenemos que el Gobierno ha dado un giro, por así decirlo, a apoyo de políticas conservadoras que no estaban en su agenda de gobierno original y que viene a competir con lo que era la oferta política tradicional de Nueva República», añadió el analista de la UNA.
