En una demostración de coraje, la ciclista olímpica, Milagro Mena, terminó el segundo día de La Ruta venciendo una serie de obstáculos que le pasaron factura.
Faltando 20 kilómetros para llegar a meta en Turriala, la llanta de su bicicleta se estalló, ella trató de repararla, pero el daño era tan grande que hasta el aro quedó en malas condiciones.
“Ya habíamos terminado de bajar el Volcán Turrialba y llegamos a una parte que le llaman los cafetales, ahí había mucha piedra de laja y se rajó la llanta, pensé que era solo eso, metí un caucho y la inflé, pero se seguía desinflando y no me explicaba que era”.
“Revisé la cinta del aro, se había reventado, por ahí era donde había una fuga de aire y ya no había más puestos de asistencia, no había que hacer”.
Ante esta situación, volvió a intentar reparar la bicicleta, pero no era posible sin otra llanta para cambiarla por completo.
“Volví a parar, desarmé la bici, monté el neumático, pero el aro estaba dañado por dentro y que el neumático también se dañó, ni lo había rodado y se desinfló”
A Milagro no le quedó otra opción que intentar terminar la etapa, con la llanta desinflada y rodando en el puro aro.
“Ya no había nada que hacer, faltaban 20 kilómetros para llegar a meta y decidí mandarme a lo que diera, a lo que podía”.
Esto incluso le ocasionó un accidente del cual también logró levantarse.
“Sobre un pavimento, en una parte medio curva, me derrapó la bici por el movimiento que genera a la hora de estar pinchada y caí sentada sobre la carretera, por lo que me duele mucho en la parte baja de la espalda”.
Este sábado será la última etapa de La Ruta de los Conquistadores, con salida y llegada en Siquirres.
