Este 23 de junio es el Día Internacional de la Mujer en Ingeniería, y de acuerdo con datos del Colegio de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) hay un registro de cerca de 8.600 ingenieras inscritas, lo que representa casi un 24% del total de profesionales registrados en el colegio.
Una de ellas es la decana de la facultad de ingeniería de la Universidad Fidélitas, Melania Solano.
Es ingeniera industrial, tiene 50 años y ha sido testigo de que las ingenierías no suelen ser espacios tan ocupados por mujeres.
La palabra ingeniería es una disciplina que se caracteriza por tener herramientas que se les llama “habilidades duras”, de ahí también viene el sesgo de por qué las mujeres no participan tanto en ellas pues se relacionan con fuerza física.
La ingeniería soluciona problemas de la vida diaria por medio de nuevos modelos y diseños que permitan simplificar y desarrollar a la humanidad.
Melania Solano contó su historia en los micrófonos de Noticias Columbia, una historia disruptiva donde se abrió camino nadando contracorriente, inclusive con prejuicios que había en su misma familia.
Es hija de un mecánico y ya desde ahí sintió curiosidad y sabía que quería hacer algo diferente.
Empezó en la UCR estudiando geología pues también le gustaban los recursos naturales, sin embargo, creyó que no era la carrera que podía darle mejores condiciones de vida y no se veía en otras áreas como salud o ciencias sociales, y ahí empezó su aventura.
Su papá, quien ya falleció le decía que estaba muy orgulloso de ella, al igual que su mamá.
Actualmente está casada y con su esposo tienen su propia empresa; también tiene un hijo de 14 años a quien han educado desde muy niño en el tema de género y roles.
Melania Solano es la mayor de las mujeres en la familia, y comenta que ahora hay y muchas y muchos en el área de la ingeniería. Destaca que a veces es una persona la que tiene que abrir la puerta e ir rompiendo estereotipos y en este caso fue ella.
