Su sueño mundialista inició en el 2014, el primer mundial femenino en casa. Era muy pequeña y ni siquiera pudo hacer la prueba, pero siete años después, María Paula Salas, tiene la oportunidad y responsabilidad de ser una de las líderes de la Copa Femenina Sub-20.
Salas es la jugadora con más recorrido del conjunto patrio siendo campeona con Alajuelense. Debutó con Saprissa a los 14 años, este año saltó al fútbol italiano y es una de las futbolistas más contantes en los llamados de Amelia Valverde con la Selección Mayor.
“No sé cómo expresarlo, jugar un Mundial en casa es lo que toda futbolista desearía. Por eso fue difícil aceptar que quizás no se haría por la pandemia. Y después, cuando lo confirmaron, pero para 2022, fue una mezcla de felicidad y tristeza”, dijo la atacante en una entrevista a FIFA.
“Todos los días, aunque sea una vez, pienso en el Mundial. Llevo años intentando clasificar a uno sin éxito, es muy difícil. A veces, hasta sueño que lo estoy jugando”, agregó.
Al empezar a jugar tan joven, Salas ha participado en ocho procesos mundialistas, pero sin clasificar por lo que hace este en casa más especial.
“Es un privilegio ser mundialista ahora Sub-20 y estar clasificada al mundial mayor en Australia y Nueva Zelanda. Es un privilegio y me siento muy feliz”, comentó la jugadora.
Salas espera mostrar un buen nivel en la Copa del Mundo para que de la mano de su representante Joaquim Boatica pueda colocarse en un mejor equipo, ya que su paso por el fútbol italiano fue muy veloz.
Salas tiene un olfato goleador con el que constantemente rompe las redes rivales. Su último tanto con alguna selección fue contra Panamá en julio en el premundial en México.
