Delantero se refirió a las críticas que surgen porque asiste a actividades extrafutbolísticas, cuando el equipo no está en su mejor momento. Se defendió de cuestionamientos y explicó por qué considera que esto sucede.
El delantero brumoso, Marcel Hernández, afirma que las críticas por su desempeño en la cancha, pero en especial por asistir a actividades extrafutbolísticas, surgen a causa de las altas expectativas que genera por su alto nivel desde que llegó al país.
Desde la perspectiva del cubano, los cuestionamientos son normales, aunque lejanos a la realidad. Afirma que “se revienta la madre” en el gimnasio y es el jugador que más trabaja para retomar su mejor versión.
Afirma, además, que el grupo de jugadores es consciente de su aporte en el vestuario, pues siempre trabaja duro y contribuye para que el equipo alcance su mejor estado de forma, aunque no siempre se consiga.
“He puesto una barrera bastante alta para todos los jugadores, esa es la realidad”, afirmó Hernández.
“Es normal que cuando no veas a Marcel en la cancha pase eso, pero al final no me afecta, siempre he estado para el grupo. A pesar de que no me ven, me reviento la madre. Lo van a decir siempre, por ser Marcel”, agregó el jugador.
Críticas. Sobre las críticas que recibe el equipo, que parece lejos de clasificar a la fase final, el artillero insistió en que son algo duras, a pesar de que el antecedente más cercano es que consiguieron el título nacional, un hito histórico para la institución.
“Creo que se han excedido. Decirle a los que de corazón apoyan, que lo sigan haciendo. Y decirles que Marcel es una persona comprometida, por algo tengo 97 goles en Primera”, recordó.
Sobre su futuro, el futbolista reconoce que tiene alternativas puntuales, aunque evitó referirse a las ligas interesadas. Al parecer, la prioridad del cubano es partir al balompié internacional y, por lo tanto, conseguir un buen contrato.
“Vamos a esperar, tengo que esperar con tranquilidad. Que pase lo que tenga que pasar. Más adelante, cuando termine el torneo, pensaré con cabeza fría”, concluyó.
