Después de ser expulsado durante el partido que San Carlos empató 4 a 4 en Cartago, el entrenador norteño fue castigado con siete partidos fuera del banquillo.
«Tres partidos de suspensión y una multa de 200.000 colones por la utilización de lenguaje ofensivo contra los árbitros, lo que provocó su expulsión. Cuatro partidos adicionales y una multa de 300.000 colones. Cuatro partidos adicionales por reiterar el uso de lenguaje ofensivo después de su expulsión»,consignó entonces el Tribunal Disciplinario.
Así las cosas, Marín vio desde afuera los empates contra Pérez Zeledón (1-1), Guanacasteca (2-2), Herediano (0-0), Saprissa (0-0), la derrota ante la Liga (3-1) y el triunfo sobre Liberia (1-2).
A Marín le resta purgar un partido: el último de la fase regular en el «Lito» Pérez contra Puntarenas FC.
“Ha sido muy complicado estar tantos partidos fuera», reconoció en declaraciones compartidas por el departamento de prensa del equipo sancarleño; «no ha sido bonito y estamos deseosos de estar ahí en el banquillo cerca de la cancha, de los muchachos».
“Ha sido una experiencia nada agradable, pero por dicha se acerca el fin», deseoso de volver en caso de lograr la clasificación a semifinales.
De momento se ha apoyado en sus asistente Harold Wallace y el preparador de porteros, Carlos Díaz.
“Siempre lo hacemos de forma conjunta (toma de decisiones), estamos en comunicación constante, muy atentos, cualquier decisión, cambio siempre lo hacemos en forma conjunta”, finalizó.
