A Mauricio Víquez Lizano lo llevaron la mañana de este lunes ante el Tribunal Penal de Desamparados donde le notificaron que el debate se trasladó al Primer Circuito Judicial de San José porque en esa sede hay salas con aforo mayor. Foto: Alejandro Arley / Noticias Columbia.
Al exsacerdote lo denunciaron cuatro personas por presuntos delitos sexuales pero solo uno de los casos será juzgado a partir de este 24 de enero.
Esto ocurrió debido a que, en la fase previa, otro Tribunal de Desamparados determinó que tres de las causas prescribieron, es decir, que transcurrió el tiempo que da la ley para que fueran llevados a estrados judiciales.
El abogado de los denunciantes, Rodolfo Alvarado Moreno, apeló la resolución y aún se está a la espera de la respuesta.
Anteriormente, al sumar las denuncias que no llegaron a juicio, Víquez enfrentaba 59 presuntos delitos más.
El caso
A juicio se elevó el caso de un hombre, de apellidos Alvarado Quirós, quien era menor de edad al momento de los hechos que acusó la Fiscalía y que están incluidos en la querella.
Según la resolución del Tribunal que mantuvo esa causa, como la única para debate, los presuntos delitos son dos de abuso sexual agravado contra persona menor de edad, dos de violación agravada y un delito de corrupción agravada.
Los hechos supuestamente ocurrieron en el año 2003 cuando el excura laboraba como párroco en la localidad de Patarrá de Desamparados.
El largo camino a Tribunales
Víquez era uno de los voceros de la Iglesia Católica, principalmente en temas de familia. Tenía frecuentes apariciones en medios de comunicación dando declaraciones o participando en programas y entrevistas.
En el 2018 trascendieron las investigaciones en su contra por los presuntos delitos sexuales. En enero del 2019, salió del país sin que las autoridades ni la Iglesia Católica conocieran su paradero.
En febrero de ese mismo año, la Arquidiócesis de San José informó que el proceso canónico, independiente del judicial, definió la expulsión de Víquez del Estado clerical y por ende dejó de ser sacerdote.
En agosto del 2019, Víquez fue detenido por autoridades mexicanas en Monterrey, Nuevo León. El director del OIJ, Walter Espinoza, explicó en aquel momento que el monitoreo de redes sociales permitió dar con la ubicación del sospechoso.
Su deportación a Costa Rica se concretó hasta mayo del 2021 tras un largo proceso que incluyó apelaciones de su defensor Rafael Rodríguez.
A su arribo al país, le dictaron prisión preventiva que descuenta en la cárcel de Pérez Zeledón.
Defensa
El abogado de Víquez, Rafael Rodríguez, dijo este lunes que el exsacerdote está “optimista” con respecto al proceso judicial.
“Creemos que con la prueba que tenemos, vamos a desacreditar los hechos que se han tenido por acusados por el Ministerio Público y que son parte de la denuncia”, expresó.
El defensor añadió que eventualmente el excura podría brindar declaración ante el Tribunal, pero todo dependerá de cómo transcurra el debate.
Espera condena
El abogado Rodolfo Alvarado manifestó este lunes que el denunciante, del mismo apellido, está “lleno de esperanzas y expectativas” para que después de tantos años se “pueda hacer justicia” y “castigar a una persona que le hizo tantísimo daño”.
Añadió que está decepcionado de la Iglesia Católica al asegurar que le ha dado poco interés al caso. “Víquez Lizano no era un sacerdote cualquiera. Era importante en la Iglesia Católica y realmente los delitos son gravísimos”, agregó.
