Amelia Valverde tuvo la mente fría en un momento caliente, de presión extrema. Sus Rayadas iban perdiendo la final mexicana, ¡3 a 0!, contra sus archirrivales, Tigres. Solo quedaban 45 minutos. Pero la tica mantuvo la calma. Leyó el partido. Hizo tres cambios, reorganizó sus huestes. Monterrey descontó, anotó el segundo, sufrió un penal en contra, ¡su portera lo atajó!, siguió atacando y al minuto 90+7 cayó el 3-3 en el marcador global. Luego, con la moral al tope, obtuvieron el bicampeonato desde el punto de penal.
¿Qué pasó en ese mágico entretiempo que lo cambió todo, absolutamente todo?
«Tuvimos arriesgarnos, creer, ser valientes», resumió.
“Cuando entré al vestidor al medio tiempo no vi un grupo convencido, pero al salir era otro, y dije ‘tenemos una posibilidad’, con la sensación de que me guardé el último cambio, era muy difícil decidir a quién sacar, todas estaban jugando muy bien, pero sabía lo que tiene Katty, es goleadora, no había tenido la posibilidad de hacer tantos goles y viene a hacer éste”, amplió.
Así lo contó la costarricense en conferencia de prensa.
“Tenían una gran ilusión, me imaginé de muchas formas, pero nunca imaginé que pudiera ser más difícil y más dramático que lo del semestre pasado, y fue así; sólo tengo palabras de orgullo, de agradecimiento”.
En mayo iban perdiendo contra el América, pero por un gol. Empataron en el último suspiro y triunfaron por penales. Esta vez fue contra sus archirrivales de ciudad y una desventaja de tres anotaciones faltando solo un tiempo. Increíble.
Valverde acepta que la derrota 0-1 le salió barata a sus Rayadas. «El marcador pudo haber sido un poco más holgado que el 1-0 en el primer partido».
