Columbia abordó a jugadores florenses en zona mixta tras la visita al Real Salt Lake en Utah (victoria 1-2), con la que selló pasaporte a los octavos de final de la Copa de Campeones, donde enfrentará al Galaxy de Los Ángeles.
Uno de ellos fue Randy Vega, autor del segundo gol con un escalofriante penal al estilo «Panenka», cuchareadito al puro centro, como en cámara lenta mientras el arquero se había jugado una esquina.
«Lo de la anotación venía soñándolo, pidiéndole a Dios que me diera la oportunidad y pasó», confesó quien también fue el objeto de la falta que derivó en la pena máxima en tiempo de reposición.
«Venía pensándolo, ya lo traía en mente. Le había pedido a Dios que si me tocaba tirar lo pudiera anotar así», recalcó.
«Desde noches atrás tenía pensado tirarlo así», no dejó de insistir.
«Siempre trato de dar lo mejor de mí. Mis compañeros me apoyan mí y me piden más, me exigen», complementó.
«Toca seguir mejorando para lo que viene, pensar en grande», finalizó, ya enfocado en el próximo reto.
