Gestor del ‘proyecto CAR’, el vicepresidente manudo asume (momentaneamente) la cabeza rojinegra, cuando todo hace indicar que la Liga necesita una reconstrucción. Ya sin Lleida ni Ruiz y con un gerente en proceso de aprendizaje, a Joseph le toca asumir la cabeza rojinegra, con más dudas que certezas. Elección del técnico podría marcar antes y después.
Culminó la era de Fabián Coito. Una salida más en la extensa fila de ‘procesos’ fallidos de Alajuelense. El charrúa partió sin ningún título bajo el brazo, como también sucedió con Albert Rudé y Luis Marín.
De la era reciente liderada por Agustín Lleida, solo Andrés Carevic consiguió dos títulos (nacional y Liga Concacaf).
Coito fue el último técnico nombrado por el exgerente deportivo español y significó el fin de una era.
De pronto, la Liga se encuentra con una realidad distinta. Finalizó la gestión de Fernando Ocampo, asumió (por ahora) el vicepresidente Joseph Joseph, que respalda a Antonio Solana, el nuevo director deportivo.
También parte Bryan Ruiz, capitán y líder del vestuario en los últimos tiempos.
Nuevos referentes. Así las cosas, de la Liga se fueron Ocampo, Lleida y Ruiz y, por el momento, asumieron Joseph Joseph, Solana y, ¿un nuevo líder?
Como consecuencia de lo sucedido en la última campaña también dejarán el equipo José Miguel Cubero y el guardapalos Miguel Ajú pidió salir a préstamo para acumular minutos.
Valga decir que el inicio de la era Joseph Joseph empezó con más turbulencias de lo habitual. Se está a la espera de la resolución de algunos aspectos legales para determinar si continua o no al frente del equipo, pues podría darse una elección presidencial, en la que el expresidente Jorge Hidalgo pretende asumir la cabeza del equipo.
Joseph confió ‘a ciegas’ en Lleida, pero mientras todo se resuelve, le tocará trabajar al lado de Solana, que por el momento mantiene un perfil muy bajo.
Todavía no nombra al nuevo entrenador ni tampoco presenta a los nuevos refuerzos, a pesar de los múltiples rumores que colocan al volante central, Dardo Miloc, en el equipo.
Ciertamente, el propietario y gestor del ‘proyecto CAR’ se encuentra con muchas interrogantes abiertas.
Sin saber si quedará definitivamente y con la ‘sombra’ de los malos resultados del proyecto Ocampo, especialmente en su recta final.
Con un vestuario que refleja desgaste y que acumula múltiples fracasos.
Y con un gerente que recién conoce el medio.
Nada parece tan sencillo para Joseph Joseph.
