Nacido en un barrio marginal, lateral confiesa que debió elegir entre fútbol o las drogas. Tras un paso difícil por Jicaral, en el que Jeaustin no confió en él, futbolista trabaja duro para sacar a su familia de la pobreza.
El porteño Klivert Gómez pasa un buen momento con el PFC, tras su debut en la Primera División contra San Carlos en la fecha 1 de este torneo.
El jugador de 22 años confesó a Columbia que el camino fue complicado, pero tiene un sueño que lo impulsa a trabajar muy fuerte.
“Yo creo que si me ha costado es para no rendirme, para seguir luchando por mis sueños, por comprarle una casa a mi mamá que es lo que todos los jóvenes queremos”.
“Día con día voy a entrenar mejor, intentaré hacer las cosas mejor, para darle una mejor vida a mi familia”.
Antes de llegar al Puntarenas FC, tuvo su paso por Jicaral, equipo con el que logró el ascenso a Primera División, pero no fue tomado en cuenta para el siguiente torneo y se fue a Barrio México.
“En Jicaral fue una etapa muy dura para mí, soñaba con ese debut en primera, pero lastimosamente no se me dio, porque tal vez el profe Jeaustin no me vio las cualidades en ese momento, pero yo creo que Dios es bueno y recompensa al que trabaja”.
También es claro en expresar que desde muy joven, tuvo tentaciones de cosas no han buenas y decidió seguir el camino correcto.
“Toda la vida he vivido en Fray Casiano, un barrio muy bajo, donde es peligroso también, pero igual ese sueño de seguir adelante, de no agarrar drogas, de no agarrar todas esas cosas, es lo que me ha hecho salir adelante”.
Kliver Gómez pone a su familia de primero y explica que esa es su motivación todos los días.
“Tengo un papá pescador y sé que da lo mejor para traernos el alimento. Yo gracias a Dios con lo poquito que gano le ayudo a mi madre y nunca la voy a dejar de ayudar, porque cuando yo era pequeño y todavía a esta edad si le pido algo a ellas por más que no tenga ya saben como son las mamás, siempre dan lo mejor para darle a sus hijos”.
“Tengo una niña, ya soy padre también, ahora entiendo a mis padres, que a los hijos uno quiere darles los mejor y esa ha sido mi motivación, mi familia mi hija más que todo, que por ella doy mi vida”.
“La verdad yo no he pescado, porque primero que todo no sé, nunca he ido, nunca he tenido esa experiencia, pero mi papá me dice que es muy duro, que primero Dios llegue a ser alguien en la vida y voy a luchar para conseguirlo”.
