Un grupo de estudiantes alega que sus títulos de asistente técnico en Microbiología y laboratorio clínico, no fueron reconocidos por el colegio profesional y que eso ocasionó pérdida de dinero y oportunidades laborales.
Este lunes, en la sala 10 de los Tribunales de Goicoechea, se recibió el último testimonio de las personas denunciantes, se incorporó la prueba documental y comenzó la etapa de conclusiones que continuará el martes 22 de febrero.
El caso
Los hechos se remontan al año 2015 cuando la universidad UNIBE impartía la la carrera.
A través de una querella, 28 estudiantes manifestaron que personas del centro de estudios les dijeron que al graduarse podían registrarse como técnicos ante el Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos. Sin embargo, no pudieron hacer esa inscripción.
Los querellados son cuatro personas que figuran como representantes legales o personeros de la universidad de apellidos Hernández, Blanco y Leiva.
La defensa sostiene que las causas que impidieron a los estudiantes inscribirse en el Colegio de Microbiólogos son ajenas a su control pues se debieron a decisiones arbitrarias de la entidad que agremia a los profesionales en ese campo.
Testimonio
Cristina Rodríguez Ramírez, vecina de Quepos, Puntarenas, declaró en el juicio este lunes.
Relató que hizo grandes esfuerzos por estudiar como viajar a San José de madrugada los días de lecciones y regresar a su casa el mismo día muy tarde en la noche. A eso sumaba que debía dejar a su hija pequeña con su madre para poder asistir a lecciones.
Dijo que invirtió cerca de ¢1.5 millones para culminar su carrera. Ante consultas del abogado Joseph Rivera, Rodríguez afirmó que, tras recibir su título, no pudo inscribirse ante el Colegio.
La exalumna de la universidad indicó que la situación la afectó mucho en los ámbitos personal y familiar.
Aseguró, además, que se cortaron sus aspiraciones de trabajar en el Hospital de Quepos donde hizo la práctica profesional.
Argumentos de defensa
Durante el debate y en la querella, se menciona que la carrera no estaba avalada por el Consejo Superior de Educación ni el Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup).
La representación de las personas querelladas explicó que se trataba de un programa técnico y no de un diplomado, por ende no debía estar autorizado por ninguna de esas dos entidades.
El abogado defensor, Daniel Brenes Morales, presentó como evidencia un reglamento del 2015, del Colegio de Microbiólogos, que modificó los requisitos de inscripción para asistentes de laboratorio.
Expresó que eso fue lo que ocasionó el problema pues la entidad les aplicó abruptamente nuevos lineamientos de manera “retroactiva y arbitraria”, pasando sobre los que estaban vigentes en documentos que datan de 2004 y 2011.
Es decir, consideran que cuando la Unibe puso en marcha la carrera, cumplía con todos los requisitos y era posible que, bajo las condiciones de ese entonces, los estudiantes hicieran la inscripción al Colegio.
Este lunes también declaró uno de los querellados de apellido Blanco, que fungía como coordinador de varios programas de la universidad.
Relató que el centro de estudios ofreció apoyo legal a los estudiantes para que defendieran sus derechos ante el colegio profesional por los cambios que hizo en la reglamentación, sin embargo, no hubo respuesta de los afectados.
Expresó además que su trayectoria como médico y en el campo académico dan fe de que no es una persona que cometa actos ilícitos o irregulares.
