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Jorge Alarcón: Cuando la herencia del ‘método Vergara’ aún desea palpitar con fuerza en Costa Rica

by Jose Pablo Alfaro

Han pasado casi 26 años desde que aceptó la propuesta de Vergara, pero aún sigue aferrado al país por voluntad propia, ahora desde otras trincheras más personales y con vínculos que pocos conocen sobre su vida. Con tres hijos ticos y asentado en San Carlos, Alarcón regresó a la palestra en medio de rumores que lo vinculan a presidencia de Unafut. De Saprissa tiene mucho que decir.

Jorge Alarcón, exgerente de Saprissa. Fotografía: La Nación.

Jorge Alarcón nació en Guadalajara, en una familia numerosa con siete hermanos, tres hombres y cuatro mujeres. Su padre ya falleció pero fue ingeniero y accionista de Chivas, mientras que su madre es ama de casa y sigue con vida, a sus 96 años.

Ha pasado mucho rato ya desde que su progenitor lo llamó y le dijo, “tenemos que recuperar una acción de Chivas que es nuestra para que te hagas socio”.

Alarcón hizo todos los trámites para recuperar el valor legal de aquel documento, en teoría perdido, y apenas unos meses después empezó una larga andadura en el fútbol al lado del Chivas y, en especial, de quien fuera su propietario, Jorge Vergara (qdDg).

De vicepresidente a jerarca del club, saltó por distintos cargos hasta que un día Vergara le contó que compraría un nuevo equipo en Costa Rica llamado Saprissa. 

Entre todas las alternativas posibles, al empresario le gustó que el color de la institución se asemejaba al de la marca de los productos Omnilife, así que decidió invertir y le pidió a Alarcón asumir sus riendas.

Ha pasado mucho rato ya, casi 26 años, desde que Alarcón aceptó la propuesta de Vergara, pero aún sigue aferrado a Costa Rica por voluntad propia, ahora desde otras trincheras más personales, y con vínculos que pocos conocen sobre su vida.

Visto por muchos como un tipo muy polémico, al dirigente no le ofende que lo perciban de esta manera y confiesa su estilo es hecho a la medida por la ‘tijera’ de Vergara.

“Una persona que hace polémica es alguien que pone sus puntos de vista y los defiende,
pero no quiere decir que sea malo. No es algo que me incómoda”, afirmó.

“Somos cortados con la misma tijera (él, Medford y Jeaustin), esa tijera se hizo de la mano de Jorge Vergara”, agregó entre risas, Alarcón.

Jorge Alarcón trabajó en el equipo de Jicaral durante algún tiempo.

La Unafut, un desafío. Lo curioso es que ahora su nombre surge nuevamente, ante los rumores sobre un posible interés de algunos dirigentes de Primera División de que asuma la presidencia de Unafut. Alarcón dice no saber nada, pero afirma que le gusta el proyecto y el desafío.

En conversación con ‘Columbia’, el dirigente sostiene que el margen de crecimiento que posee el fútbol de Costa Rica es muy grande y ofrece posibilidades infinitas para crecer y potenciar el torneo de la división de honor y los planes de desarrollo en las fuerzas básicas.

“Nadie me ha dicho nada. Lo que sé al respecto es lo que he sabido a través de los medios. Sí es algo que me gustaría, es un área en la que tengo mucho que dar, sobre todo lo que he aprendido del fútbol”, afirmó Alarcón, para luego agregar que, “diría que no soy un dirigente caro”.

“Hay muchas frustraciones y muchas malas experiencias que he aprendido por las diferencias con Unafut, pero se han compuesto varias cosas y hoy día ya no es tan grave. Todas esas experiencias que he vivido las tengo analizadas y sé que puedo hacer cosas diferentes”, afirmó.

Para el dirigente, no sería ’empezar de cero’.

Hace tres semanas regresó al país después de contribuir con la liquidación de un club mexicano que le pidió ayuda y otro al que asesora vía remota y que participa en el torneo de ascenso de este país.

Lea también: La transformación de Saprissa: El ‘rompecabezas’ poco conocido para entender el futuro morado.

FAMILIA TICA EN SAN CARLOS

Alarcón tiene cinco hijos, pero tres son costarricenses y residen en San Carlos. Esta cercanía le permite mirar de cerca lo que se ejecuta o no en nuestro fútbol.

Licenciado en administración de negocios, asegura que se hizo tico por convicción y afirma que en México no tiene amigos tan cercanos como los que cultivó en Costa Rica, en especial dos, Hernán Medford y Jeaustin Campos.

Confiesa que los éxitos de su era en Saprissa acabaron por acercarlo aún más al país.

“Pues definitivamente Saprissa fue parte de todo, pero no nada más por los éxitos obtenidos, sino por el trato que se dio con toda la gente, en esos momentos me mostraron mucho cariño, eso fue creando una sinergia y mi corazón se fue haciendo tico”.

Después de su etapa en Saprissa, trabajó en Puntarenas, Herediano y recientemente en Jicaral, pero los proyectos se cortaron mucho antes de lo previsto.

Desde afuera, Alarcón percibe un retroceso muy grande entre la era de Vergara y lo que posteriormente sucedió con Horizonte Morado.

Afirma que todo lo que se construyó con el mexicano, se tiró a la borda unos años después, especialmente cuando se analizan los resultados en las fuerzas básicas.

“Con Horizonte Morado no hay nada, en el esquema de Jorge Vergara lo había todo, tenía todo un esquema para la formación de talentos, tenía todo un esquema que la gente de Horizonte Morado en su vida ha visto”, afirmó Alarcón, quien fue más allá.

“La historia de Horizonte Morado no le llega ni a los talones a la historia del Saprissa de Vergara”, concluyó el dirigente, con 72 años y aún mucha historia que contar.

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