Corría el minuto 39. Aunque Alajuelense dominaba al Saprissa, el gol no caía y el partido de ida por la final de segunda fase se mantenía cero a cero.
Entonces, se suscitó una jugada que debilitó todavía más al equipo visitante, cuando fue expulsado el volante de contención de los morados, David Guzmán.
El informe arbitral consigna que Guzmán fue expulsado “por ser culpable de conducta violenta al cometer un acto de brutalidad al meter los dedos entre los ojos a un adversario (roja directa)”.
Los jueces del encuentro fueron Adrián Chinchilla, William Chow, Carlos Fernández y Benjamín Pineda.
A la postre, la Liga sacó provecho de la superioridad numérica en la segunda fase y aplastó 3 a 0 al Saprissa, dejando muy encaminada la serie, que finaliza el próximo domingo desde las 4 p.m. en la llamada “Cueva del Monstruo”.
De triunfar Alajuelense, se disputaría una serie adicional denominada “Gran Final”. Si los morados consiguen revertir esos tres goles, se coronarán campeones nacionales automáticamente.
