José Carlos Morales tiene una motivación especial para caminar decenas de kilómetros hasta Cartago.
Los romeros de la Zona Sur del país provienen de distintas localidades como San Vito de Coto Brus y Golfito.
En el grupo también van indígenas de la comunidad Boruca. Ese es el caso de José Carlos Morales Morales quien tiene 28 años y es oficial de la Fuerza Pública.
Esta es la cuarta vez que hace la romería. Contó que desde pequeño, su familia lo formó en la religión católica y cultivó la devoción a la Virgen María.
José Carlos tiene motivos muy especiales para hacer un largo trayecto hacia la Basílica de los Ángeles en Cartago.
“Siempre he sido muy creyente, más cuando hace cuatro años, por motivos de salud, perdí a mi madre. Antes de eso ya realizaba la romería, después de eso, me impulsó más a hacerla. Más allá de una petición, agradecimiento de que tenemos los pies, las manos, podemos ver, podemos escuchar, respirar… cosas tan simples que tal vez no nos pasa por la cabeza que son tan primordiales para vivir”, expresó.
Morales relató que empezó a caminar desde el sábado 22 de julio junto a un compañero. El primer trayecto fue entre Canoas y Ciudad Neily. Después se enrumbaron a Río Claro donde se unieron a un grupo más grande.
Su interés por hacer la romería desde la Zona Sur llegó luego de pedirle información a una señora de la comunidad indígena.
“Me uní, se unieron otros señores. Ya hoy en día son varios compañeros de la comunidad, entre hombres y mujeres. También se ve mucha persona joven. Creo que se vive la romería en la comunidad como algo bueno. Los jóvenes tenemos muchas cosas por delante en las cuales podemos caer, como quien dice, en tentación como drogas o vicios pero tomamos la decisión de hacer la romería y desde mi punto de vista es una experiencia muy bonita”, agregó.
Morales comentó que tiene aproximadamente dos años de laborar para el Ministerio de Seguridad Pública. Comentó que su trabajo le ha permitido ver situaciones muy apremiantes y de violencia, por eso también la peregrinación le servirá para pedir por la paz.
