Los obispos de la Iglesia Católica costarricense terminaron su asamblea ordinaria de cuatro días, en el marco de la celebración a la Virgen de los Ángeles, con un mensaje a la clase política y con el reto de erradicar los abusos dentro de la iglesia.
En el mensaje difundido a los medios por el presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor José Manuel Garita, se celebra que el país no se dejó vencer por la pandemia y se destaca que regresó la tradicional romería, en honor a la Virgen de los Ángeles.
Entre los temas abordados está el compromiso de la Iglesia para fomentar un “hogar seguro,” sin abusos, dentro del ambiente eclesiástico para los menores de edad.
“Seguimos haciendo los esfuerzos necesarios en lograr un ambiente seguro en nuestra iglesia para los menores de edad y personas mayores en estado de vulnerabilidad. El esfuerzo de este caminar debemos hacerlo todos: obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, consagrados y consagradas fieles, laicos y personas de buena voluntad para renovar la faz de la Iglesia y de la sociedad en general en favor de la protección de los preferidos de Jesús que son los niños. Como Conferencia Episcopal y desde cada una de nuestras diócesis, seguimos asumiendo con claridad meridiana nuestro firme compromiso de seguir caminando en esa dirección para que la iglesia siga siendo un hogar seguro para todos,” dijo el obispo de Ciudad Quesada.
Monseñor recuerda una jornada de oración realizada por las víctimas de abuso y un seminario para prevenir estos casos dentro de la iglesia. Coincide este mensaje con el externado en la homilía del dos de agosto, en el que se pidió perdón.
Sobre la relación entre la iglesia y el Estado, los obispos rechazan el Estado Laico y llaman a trabajar en conjunto. Recientemente visitó Costa Rica el secretario del Vaticano encargado de la relación con los Estados.
“Su excelencia fue enfático al decir que debemos hacer los esfuerzos mejores para superar las incomprensiones entre la Iglesia y la autoridad política. Cada una con autonomía está llamada a servir a la sociedad. Solo así la familia costarricense, podrá salir adelante, cooperando, dándonos la mano unos con otros, el estado y la Iglesia, cada uno en su ámbito específico y en la colaboración mutua debemos seguir buscando la construcción de la sociedad costarricense, fraterna justa y solidaria, ” expresó Garita a nombre de los obispos.
Sin hacer una mención directa al gobierno de turno, con el cual tuvieron acercamientos desde la campaña, los líderes de la iglesia puntualizan los retos sociales y económicos del país. Uno de ellos es el combate a la corrupción.
También reafirman el llamado a tomar acciones contra la pobreza y el desempleo.
Como parte del mensaje, los obispos de Costa Rica lamentaron la persecución que vive la iglesia católica en Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega.
