El proyecto de ley que pretende proponer el Gobierno para legalizar la marihuana para uso recreativo no puede incluir ni propuestas ni decisiones tomadas a la ligera, así lo señala la supervisora de psicología del proceso de atención a pacientes IAFA, Paula Picado.
Destaca que se toque el tema desde el Gobierno, pues se ha arrastrado durante muchos años; “no estamos ocultando una realidad país a la que tenemos que hacer frente, y que además es una realidad internacional”, señaló.
Eso sí agrega que se debe visualizar la necesidad de la prevención y especialmente dirigida a poblaciones que ya son impactadas por el consumo de sustancias.
Desde el IAFA esperan ser tomados en cuenta para la elaboración o revisión del proyecto pues la institución es el ente rector en esta materia; se debe tomar en cuenta la evidencia de las atenciones, prevalencia de consumo y el comportamiento de la población con las otras sustancias ya avaladas como el tabaco y el alcohol.
De ahí se debe aprender cuáles aspectos sumar, reforzar o evitar cometer los mismos errores del pasado.
Sobre el concepto del “uso recreativo”, tanto el IAFA como el Colegio de Profesionales en Psicología están en desacuerdo con que se utilice.
Picado dijo que ninguna droga se utiliza para recrearse, sino que debe tener un uso terapéutico o no; por lo que considera que el concepto ha sido distorsionado y popularizado.
Agrega que este es un discurso que además sería llevado a los menores, que es precisamente otra de las preocupaciones.
A esto se suma la voz del Colegio de Profesionales en Psicología; Maritza Mata de la Comisión de Adicciones, pues el consumo de marihuana genera un detrimento en la salud mental y los más jóvenes son los más vulnerables.
La sustancia THC o el CBD tienen un efecto en el cerebro que afecta a esta población y se ve afectada la comunicación entre las neuronas y que también tienen que ver con un sistema de recompensa y motivación, según explica la psicóloga.
De esta forma, la droga llegaría a sustituir las sustancias naturales del cerebro, por lo tanto, se produce una alteración que lleva al menor a disminuir su motivación y querer consumir más.
