En Alajuelense no le tocó sencillo. Separó a Déxter Lewis por dos faltas disciplinarias y luego lidió con todo el conflicto de Esteban Alvarado y su decisión de confirmar a Pemberton como estelar. Ahora, en su club en Colombia vive caso similar.
Cuando se trata de indisciplina, el técnico colombiano Hernán Torres no perdona. Le sucedió en Alajuelense con Déxter Lewis y Esteban Alvarado, dos fichas que dirigió y, por distintas circunstancias, dejaron el equipo.
El caso de Lewis es particular. Primero le hizo un llamado de atención y como la conducta se repitió, pidió que lo separaran del equipo, una petición que la directiva de aquel momento, liderada por Raúl Pinto, llevó a cabo.
“Hernán Torres no negocia la disciplina y tiene nuestro apoyo”, recalcó Pinto.
Con Alvarado fue distinto, pues de un día para otro dejó el equipo, luego de que Torres confirmó a Patrick Pemberton como titular cuando, supuestamente, Alvarado había llegado al equipo para ser el estelar.
Un tiempo después, el portero puntualizó en que apenas se había dirigido la palabra con el técnico.
En Colombia. Ahora le vuelve a pasar pero en Colombia, solo que la decisión de dejar el equipo no le corresponde a él.
Consultado por la ausencia del futbolista Michael Rangel de las convocatorias, el técnico reconoció que había cometido un acto de indisciplina y, por lo tanto, no estaba entre las opciones de variante.
“Cometió un acto de indisciplina, ya está en el comité de disciplina, ellos son los que deciden y determinan que va a suceder en ese aspecto”, afirmó Torres.
“Por ahora está trabajando con nosotros, no se ha apartado del equipo, eso es mentira. Entrena normalmente, hizo sus descargos al comité y ellos tomarán las decisiones”, agregó.
Torres no puntualizó en la falta cometida, pero recalcó que todavía entrena con el equipo.
En este club, la comisión es la que decide cuando un futbolista es separado o no.
