Noticias Columbia conversó con los protagonistas de la imagen que se hizo viral tras el rescate del niño en Pérez Zeledón.
La tarde del jueves 12 de setiembre, en Río Nuevo de Pérez Zeledón, ocurrió una tragedia. Un vehículo se salió de la vía y cayó a un precipicio. En el accidente falleció Yendry Castro García, una docente de Preescolar de 34 años.
En el carro iba su hijo Mateo, de solo seis años de edad. Cuando los socorristas llegaron al sitio de la emergencia, el pequeño no estaba.
En ese momento, comenzó una intensa búsqueda que culminó la mañana del viernes 13 de setiembre cuando llegó el mensaje esperado por todo el país: ¡Los encontramos, está vivo!
Las escenas del rescate son conmovedoras, pero una en especial se adueñó del corazón de muchas personas. Es el abrazo entre dos rescatistas. Un bombero que recuesta su cabeza en el hombro del un cruzrojista mientras este responde colocando su mano en la cabeza del bombero. El uniforme rojo con el uniforme amarillo entrelazados.
Los protagonistas de esta imagen son Wagner Leiva, Director Nacional de Respuesta a Emergencias de la Cruz Roja y el paramédico del Cuerpo de Bomberos, Berny Carvajal.
Leiva hizo un repaso de todos los peligros que acecharon al pequeño Mateo durante esas 14 horas que estuvo desaparecido.
Citó la caída por el precipicio de aproximadamente 40 metros en un ángulo casi de 80 grados. «Es casi un salto al vacío», dijo. Posteriormente Mateo se enfrentó a la lluvia, el frío, la topografía irregular del terreno y la fauna del lugar como serpientes e incluso un felino que estaba en la zona.
Observe aquí la entrevista completa:
¿Cuál es la historia detrás de la foto?
Carvajal, dijo que, mientras se hacía la búsqueda, se asesoró con profesionales para abordar al niño que tiene el trastorno del espectro autista. Cuando hallaron a Mateo a él le tocó revisarlo y hacerle varios procedimientos que incluían el uso de aparatos. Eso quedó grabado en un video
Posteriormente, al finalizar su tarea, ocurrió el momento del abrazo que oportunamente captó Roger Núñez, coordinador operativo regional de la Cruz Roja.
El paramédico explicó que el caso es muy doloroso por la muerte de la madre de Mateo pero que hubo un desenlace feliz en cuanto al hallazgo del niño que corrió mucho peligro.
Este es parte del relato:
«(…) Aquella sensación de que el milagro de Dios está en el momento. Es una emotividad porque, pocas veces, que trabajamos juntos, da un resultado tan positivo que demuestra la presencia de Dios en la zona y el gran trabajo de ambas instituciones que se dedican a proteger y preservar la vida y la gran colaboración de las personas en la zona… con un resultado, entre comillas, porque mamá murió, tan positivo», expresó.
«Cuando yo subo, le entrego a don Wagner el paciente… le cuento toda la valoración que le hacemos, desde el primer signo, cómo está anímicamente y las únicas dos lesiones que encuentro. Justamente en ese momento Wagner me dice: ‘gracias hermano’ y me da el abrazo y ahí sale la foto».
«¿Qué significa eso para mí? Mucha ha gente ha dicho: ‘vea al paramédico y al cruzrojista llorando’. No es que seamos de hierro, porque sí sentimos mucha emotividad. Ahí lo que hay es un sentimiento, en lo que me a mí concierne… hermandad de trabajo cumplido, de gracias a Dios, de misión cumplida», expresó.
El cruzrojista Wagner Leiva recordó el momento clave de toda la búsqueda y resaltó el significado del abrazo.
«De un momento a otro, en el silencio de la montaña, alguien pega un grito, se oyen aplausos, nos damos cuenta, llega el informe del radio que (el niño) está vivo, inmediatamente se realizan todas las acciones coordinadas. Quiero destacar la valiente labor de ese pueblo, de esa comunidad, agradecer el apoyo que nos dieron», afirmó.
«Quiero dejar de último mensaje: efectivamente Mateo tiene una labor humana de instituciones que hicieron el trabajo que les correspondía pero también tiene un ángel allá en el cielo porque, desde mi experiencia, la caída en ese precipicio tuvo que haber sido, ni más ni menos, protegida por su madre, porque un niño tan pequeño que no hubiera sido protegido dentro del habitáculo del vehículo… yo creo firmemente que su madre tuvo que haberlo abrazado, haberlo retenido, tuvo que haber dado su vida. (…) Creo firmemente que allá tenemos un ángel más que va a cuidar a Mateo desde el cielo», recalcó.
Esta es la historia detrás del abrazo que conmovió a todo el país.
