Reconocido periodista falleció a sus 46 años. Así lo confirmó la Universidad Nacional que fue su último sitio de trabajo.
Gerardo Zamora Bolaños entró a los hogares costarricenses a través de las pantallas de los televisores. Es muy recordado su paso por espacios como Telenoticias y 7 Días.
Era un periodista con múltiples facetas. Podía cubrir notas de sucesos o nacionales con mucha facilidad. Sus pases desde la móvil aérea del canal fueron parte de su trabajo. También se destacó por sus reportajes a profundidad y su forma natural de contar historias.
En el plano personal, la música le acompañaba. Durante mucho tiempo cantó en el coro Laus Deo y además tocaba piano incluso sin haber tenido formación profesional en el instrumento.
Otra de sus pasiones era el fútbol y el club de sus amores fue el Club Sport Herediano el cual le regaló muchas satisfacciones con varios campeonatos en la última década.
En el año 2014, luego de 16 años en Teletica, pasó al mundo de la comunicación institucional en la oficina de prensa de la Universidad Nacional.
Largo proceso
La vida de Gerardo Zamora dio un fuerte giro en el 2019 cuando comenzó a tener problemas de visión.
Tras una consulta de rutina, la oftalmóloga consideró que lo mejor era que le realizaran un TAC (Tomografía computarizada). El examen permitió localizar un tumor benigno detrás de su ojo derecho.
El tumor comenzó a crecer y Gerardo fue sometido a múltiples cirugías. En el 2021, los médicos tuvieron que remover su ojo derecho.
A pesar de las dificultades y dolores, el periodista siempre mantuvo una actitud positiva e irradiaba esperanza en sus entrevistas y conversaciones cotidianas.
Durante el proceso, su esposa Ginnes Rodríguez (también periodista), sus dos hijos y otros familiares se convirtieron en motores indispensables para seguir.
En una entrevista con noticias Columbia, a finales del 2021, Zamora dijo que en medio de las cirugías, había pasado momentos muy duros, con mucho llanto y de “noches oscurísimas y tristes”.
Sin embargo, explicó que, de frente a las circunstancias difíciles, decidió expresar sus sentimientos abiertamente para llevar de mejor forma el proceso. Contó que su faceta espiritual y sus oraciones a Dios también le ayudaron a encontrar paz en medio de las tormentas.
Fue así que Gerardo, con los altibajos propios de su condición, optó por vivir intensamente y con mucho ánimo. “Con los días y las semanas es que uno da un golpe de timón y dice: ‘bueno, vamos pa’lante y démosle con todo’”, expresó.
La lucha de Zamora continuó, pues crecieron más tumores en su cabeza. Incluso, uno de ellos obstruía su fosa nasal derecha.
Al ser un caso atípico y complejo, el periodista y su familia buscaron opciones de tratamiento incluso fuera del país.
Tenía previsto viajar a Estados Unidos al Dana Farber Cancer Institute, ubicado en Boston. Ahí iba a participar en un ensayo clínico.
Además de las ocho cirugías, diversas complicaciones de salud, hacían que Gerardo tuviera períodos de internamiento en el hospital.
Hace unos días fue atendido por un proceso de infección. Tras salir del centro médico, su esposa Ginnes publicó un conmovedor video en el que mostró el reencuentro con sus hijos.
Dolorosa noticia
La madrugada de este jueves, las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida y de apoyo para la familia de Gerardo.
Medios de comunicación, instituciones, familiares, amigos, allegados y personas que seguían su historia, expresaron la tristeza que les embarga al confirmarse el fallecimiento.
Las publicaciones destacan la admiración, respeto y cariño que Gerardo se ganó a través de los años.
Este es el mensaje de la Universidad Nacional:
“La Oficina de Comunicación comunica con profundo dolor el fallecimiento de nuestro compañero y amigo Gerardo Zamora Bolaños.
”Gracias Gera por haber puesto alma, vida y corazón en esta diaria tarea nuestra de dar a conocer lo que hace nuestra amada UNA.
”Nos consuela saber que ya descansas en paz y miras a nuestro Señor cara a cara.
“¡Siempre en nuestros corazones amigo!”
Fotografía: Tomada de una entrevista en el programa “A Cachete” de Luis Carlos Monge.
