Pese a ganar 1.000 millones de colones, la vida de Steven Segura no se convirtió en la que muchos esperarían. Él conversó con Noticias Columbia y nos contó su historia.
Un 19 de diciembre del 2010, la vida de Steven Segura, un vecino de Concepción de Alajuelita, cambió para siempre.
Mientras lavaba su carro, se enteró que era uno de los favorecidos del sorteo del Gordo Navideño y que recibiría el premio mayor de 1.000 millones de colones, gracias a un entero que había recibido como parte de su desempeño en la empresa para la cual laboraba.
Pese a que para muchas personas esto podría ser un sueño cada año cuando se realiza este sorteo, para Steven las cosas únicamente se complicaron.
En nuestro programa Por Tres Razones conversamos con él y explicó la forma en la que cambió su vida luego de, con apenas 33 años, convertirse en millonario.
“Cambió mucho. Desde esa noche, ya no pude volver a mi casa porque significaba un peligro para mí porque ya en el barrio todo mundo se había dado cuenta. Nunca más volví a dormir en esa casa. Al día siguiente, el lunes, yo me levanto a trabajar y recuerdo que mi jefe me llamó y me dijo: ‘Steven ¿dónde está?’ y yo trabajando y con el entero entre las medias. Cambió tanto que al día siguiente, Ramón Mendiola, el CEO de la compañía me llamó y me ofreció ayuda”, relató Segura.
El ganador del sorteo agregó que “me cambió mucho porque yo continué trabajando porque necesitaba enfocarme en eso y como dicen no volverme loco y a los seis meses me da un infarto y es cuando la compañía me pide que por favor salga para que yo pueda descansar y tomar las cosas con calma”.
Pese a intentar mantener un perfil bajo, lo cierto es que medios de comunicación dieron a conocer que este había sido el favorecido con poco más de dos millones de dólares, lo cual le trajo serios problemas.
Segura relató que fue víctima de extorsiones, estafas y amenazas, lo cual lo terminó forzando a salir del país, específicamente hacia Estados Unidos, para intentar empezar de nuevo, lejos de su familia.
“Emprendí un negocio con mi pareja de ese momento, una boutique de ropa de mujer. Un día por la mañana, me levantan a decirme que habían baleado toda la tienda, quebraron todos los vidrios. Doce horas exactas después del atentado, recibo mensajes extorsivos y los recuerdos tan bien, decían: ‘Steven usted está a cachete, necesitamos que nos colabore con plata, colabore ya, por favor conteste'”, mencionó Segura.
Otro de los elementos que se vieron afectados luego de ser el ganador del Gordo Navideño fue en cuanto a sus metas de vida.
Segura contó que él tenía deseos de superación en cuanto a estudios, los cuales se vieron truncados.
“Yo iba a la universidad y con dos millones de dólares decidí no seguir estudiando y ahí perdí totalmente la proyección profesional que yo quería porque, ¿para qué iba a estudiar con dos millones de dólares?. Luego había mucho ruido en el ambiente: ‘Steven haga esto, haga aquí’. Desde los consejos más importantes hasta el primer consejo que me dio un amigo que me dijo: ‘uy, ahora sí va a poder tener una novia modelo”. Cambió mucho, de momento ya pude viajar, pude tener cosas materiales pero por dentro era una un carnaval de ansiedad, nerviosismo y no saber qué hacer”, lamentó Segura.
Finalmente, el costarricense lamentó su situación actual, en la cual no puede visitar el país por ser víctima de amenazas, aún hoy en día 13 años después, lo cual evita que pueda estar con su familia.
Según Segura, desde el momento que se convirtió en millonario, nunca logró disfrutar el dinero ganado.
“Habían muchas exigencias de muchas personas. Yo no disfruté ni un momento de lo que yo viví con esa plata. Yo no disfruté nada porque había mucha ansiedad. No disfruté absolutamente nada. Yo abajo de la Torre Eiffel enviando dinero a Costa Rica. Hay que ubicar a la gente, por eso hay que tener una personalidad definida y que no puedan jugar con uno”, agregó el costarricense.
Entrevista completa.
