Director del Observatorio del Desarrollo de la UCR, Carlos Murillo, atribuye, en parte, crisis democrática al debilitamiento de los partidos políticos.
Muchas personas consideran que el régimen democrático que tienen muchos países, incluyendo a Costa Rica, podría no estar resolviendo sus problemas.
Precisamente, la semana anterior, el 7 de noviembre, se celebró en el país el Día de la Democracia.
En nuestro programa Por Tres Razones, conversamos con el director del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Murillo, quien manifestó que esa sensación de que este sistema no resuelve las necesidades de la población, surgió acompañado de una crisis en los partidos políticos.
Según Murillo, esta crisis se ha agudizado luego de que las agrupaciones dejaron de preparar a sus líderes con fundamentos ideológicos sólidos.
“Para las elecciones del 2022, había que rebuscar qué estaban planteando, si es que planteaban algo, los candidatos, ya no los partidos, porque se vino deteriorando la estructura del partido y se comenzó a votar por personas y no por partidos. Nos olvidamos que gobernar no es la tarea de una persona que ocupe la Presidencia. Gobernar es la tarea de un gran equipo junto con la sociedad, por eso se habla de gobernabilidad y gobernanza”, destacó Murillo.
Para el analista e investigador, producto de esta crisis de partidos y aumento en las dudas sobre la democracia, es que diversos países tienden a ubicar en puestos de jerarquía a líderes autoritarios.
Murillo mencionó que en Costa Rica, particularmente, el gobernante autoritario tiene la dificultad de que la propia estructura del país no le permite tomar todas las decisiones que le gustaría.
“En Costa Rica, el mandatario no puede decidir en más del allá del 50% de las decisiones. El problema del mandatario autoritario es que cree que puede decidir en todo. No, ni la Constitución ni las leyes se lo permiten, pero aún más complicado, ni la dinámica burocrática puede cambiar simplemente porque haya una directriz de carácter autoritario. Esa es la crisis que se profundiza en este momento y que lo preocupante es, sí venimos desde hace buen rato en crisis, pero estamos en un punto de inflexión que podríamos cruzar una línea de no retorno hacia reconstruir la democracia”, afirmó Murillo.
Finalmente, el analista aseguró que en el país son cada vez más los sectores que se están cuestionando si el mejor camino para resolver los problemas es mediante el autoritarismo.
“Todavía hay un gran apoyo al autoritarismo en Costa Rica. Lo vemos en las encuestas, pero ya la gente joven comienza a dudar que ese sea el camino correcto. El asunto es quién es ese líder o lideresa que va a replantear el rumbo que tenemos en este momento, porque de continuar con el rumbo que tenemos y que venimos desde hace buen rato, no es de hoy, las cosas van a estar más complicadas de lo que estamos viendo y de lo que yo creo que creemos. Seguimos muy confiados en que la democracia costarricense todavía soporta”, agregó el analista.
