“No voy a decir ‘que juegue el mejor’ porque todos somos buenos”, afirma refuerzo manudo, quien reconoce que su fichaje no convenció del todo a un sector de la grada. Sin embargo, Cabalceta explica sus ambiciones a corto plazo y qué lo llevó a firmar con la Liga, cuando al parecer tenía otras opciones sobre la mesa.
El nuevo refuerzo manudo, Erick Cabalceta, reconoce que su fichaje ha generado dudas entre un sector de la grada, pero sostiene que está preparado para afrontar el desafío de convencer a la afición y quedarse por mucho tiempo en la Liga.
Alajuelense apenas lo firmó por esta campaña. Esta realidad lo obliga a rendir casi de inmediato, pues su idea es convencer a la dirigencia de que le amplíe el vínculo.
Ciertamente, Cabalceta es ambicioso. Reconoce que hay mucha competencia pero su aspiración es ganar títulos y afianzarse en una zaga en la que competirá con otros centrales, como Alexis Gamboa, José Miguel Cubero y Aubrey David.
“Siempre hay personas que le desean a uno el mal, que no están convencidas con uno, pero igual lo agradezco porque son críticas que uno debe tomar, estoy llegando a un equipo grande, sé que la afición es exigente y fiel. Vengo como un manudo más, comprometido con la afición a tratar de aportar, no hay excusas”, afirmó.
Opciones. Cabalceta afirma que sí hubo otras alternativas en el balompié local, pero cree que Dios le puso en el camino a Alajuelense y el reto de ‘pegarla’ en esta institución. Tras un paso pálido por Saprissa, tendrá una oportunidad de oro.
“La verdad sí hubo equipos, para nadie es un secreto. No era el tiempo de Dios, el tiempo era estar acá por esas sorpresas que él da. Si esperaba desde hace mucho tiempo estar acá y ahora aprovechar la oportunidad que me dan. No es fácil porque el torneo ya comenzó, pero la idea es sumar minutos para quedarme un poco más”, apuntó.
“Uno viene a sumar y por qué no, venir a ganar bastantes campeonatos”, agregó.
Curiosamente, el futbolista ha conocido a sus competidores directos en distintos momentos de su carrera. Ahora, a sus 29 años, el seleccionado salvadoreño se siente preparado para pelear por un lugar en el once.
Comprende que la tarea es compleja, pero se siente listo.
“A Aubrey lo conocí en Saprissa, a José Miguel Cubero en la Selección y a Giancarlo González de Italia. Es una competencia sana, se trata de meter un poquito más de presión para crecer. No voy a decir que juegue el mejor, porque todos somos buenos”, concluyó Cabalceta.
