Catalina Crespo repasó sus cuatro años al frente de la Defensoría de los Habitantes, su relación con los funcionarios de la institución y los mayores retos que vivió en el cargo.
La gestión de Catalina Crespo al frente de la Defensoría de los Habitantes llegó a su fin este 12 de diciembre, en un periodo marcado por cuestionamientos a lo interno, críticas desde la Asamblea Legislativa e intentos de destitución.
En Noticias Columbia, Crespo hizo un repaso de su tiempo al frente de la entidad, para la cual no buscó la reelección. La ahora exdefensora dijo que si pudiera, cambiaría una situación vivida durante las investigaciones de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD).
“Cuando salimos de Casa Presidencial yo habría agarrado el teléfono del encargado de prensa y lo hubiera llevado yo, personalmente y lo hubiera bajado a la computadora y después lo mando al Ministerio Público, personalmente, eso es lo único que yo hubiera hecho diferente”, aseguró.
Crespo se refiere a un archivo de audio donde se encontraba parte de una entrevista que se le realizó al equipo de Gobierno que estuvo involucrado en el manejo de la UPAD.
Principal reto
Pese al descontento de algunos grupos políticos y sociales con su gestión, Crespo considera que la mayor presión la vivió a lo interno de la Defensoría de los Habitantes.
Según su criterio, el principal reto fue cambiar la cultura que tiene la institución y por eso recibió ataques y constantes amenazas.
“El desafío más fuerte fue interno, que también es una de las cosas que la anterior defensora (Montserrat Solano) dijo. Ella terminó renunciando por presiones, amenazas y bullying interno; yo no renuncié pero recibí todo lo mismo que ella recibió”, dijo.
Crespo afirmó que la Defensoría necesita una reestructuración, ya que su forma de funcionar actualmente es poco eficiente.
“Hoy en día la Defensoría se fue reestructurando sola. Muchos de los nombramientos se hicieron a dedo, sin ningún tipo de proceso, sin nada. Hay un proyecto de ley que presenté para que los diputados puedan ver si lo aceptan, pero sí fue mi recomendación hacer varios cambios importantes”, indicó.
La exdefensora ejemplificó la falta de planificación en el exceso de direcciones que tiene la entidad, con salarios muy altos para sus funciones.
“La Defensoría tiene 150 funcionarios, que tiene 16 direcciones y 12 jefaturas, con salarios más altos que los ministros. La Defensoría tiene más directores que el mismo presidente de la República tiene ministros, y con salarios, en promedio, de 3.5 millones de colones” aseguró.
Los cuatro aspirantes a sustituir a Crespo son Daysi Corrales, Laura Arguedas, José Manuel Echandi y Erick Ulate.
