La diplomacia tica topa con una disyuntiva. Por un lado está el interés de fortalecer la presencia costarricense en el exterior y por otro, e lidiar con la situación fiscal del país.
En entrevista con Noticias Columbia, el Canciller Arnoldo André explicó parte de esos desafíos y los planes para sortearlos.
«Tenemos graves limitaciones presupuestarias, el Ministerio presupuesta en colones, pero gasta un 80% en dólares de tal suerte que aparte de la regla fiscal que no nos permite mejorar las condiciones ni aumentar la planilla tenemos el efecto de la inflación y además de la devaluación sobre nuestras finanzas«, detalló.
La situación ha ralentizado el nombramiento de nuevos embajadores y también la búsqueda de planes alternativos.
En primer lugar, se podrían designar embajadores concurrentes. Estos atienden desde un país la relación con otros.
Otra opción es nombrar cónsules honorarios. Estos son foráneos que residen en sus países de origen y por su trayectoría se les nombra representantes de Costa Rica, eso sí, sin pagarles un salario.
Pero, una de las innovaciones principales sería el desarrollo de «embajadas virtuales».
«Tomaríamos un embajador en San José y lo acreditaríamos ante esos Gobiernos para que los pueda atender desde San José; así ahorrarnos el alquiler y la instalación de una embajada en el lugar y limitarlo a uno o dos viajes anuales que nos servirían para ahorrar presupuesto«, detalló el Canciller.
Embajadas en revisión
A la fecha, el Gobierno ha nombrado como embajadoras a Ana Elena Pinto en la UNESCO y a Maritza Chan en la ONU. Además, se designó a Pablo Heriberto Abarca en México.
La situación actual, explicó André, ha generado ese proceso más pausado, pero insiste en que trabajan en el llenado de las plazas.
«Se están valorando por supuesto los nombres, candidatos y la idoneidad de las manifestaciones de interés para ocupar importantes embajadas«, puntualizó.
Eso sí, recalcó que hay también otras trabas como la falta de personal profesionalizado.
Aunque se intenta convocar a los llamados «embajadores de carrera», estos son insuficientes.
«Costa Rica tiene 47 embajadas, 11 consulados desconcentrados y 5 misiones en organismos internacionales. Hay 32 embajadores de carrera y 13 tienen que estar en Cancillería», detalló el jerarca. A eso se suma que la normativa exige rotaciones cada 5 años, por lo que también hay que hacer dicho ajuste.
Varios sombreros
Aunque los embajadores llevan la representación política del país, también estarán asumiendo las labores de diplomacia económica.
«Yo le he insistido a cada embajador nuestro que debe tener un sombrero de Cinde, un sombrero de Procomer y uno de ICT, son agentes económicos del país en el extranjero«, adelantó el Canciller.
