El Barrio Chino cuenta con un nuevo ornamento, en el marco de la celebración de la llegada de los primeros ciudadanos chinos.
El Monumento a la Convivencia es una escultura que combina educación, ciencia, cultura y cocina, y que fue creada por el costarricense Juan Carlos Abarca.
Esta obra fue develada este viernes a un costado de la Iglesia de la Soledad, en el marco de la conmemoración de 168 años de la llegada de los primeros ciudadanos chinos a Costa Rica.
La presidenta de la Asociación China Costarricense, Isabel Yung, destacó la necesidad de la convivencia pacífica entre ambas culturas.
Por su parte, el embajador de China en Costa Rica, Tang Heng, resaltó los aportes e intercambios que ha implicado su migración al país.
Uno de los presentes en el evento fue el astronauta y físico costarricense Franklin Chang Díaz, quien desciende de migrantes chinos.
Chang destacó los aportes de la cultura china, en un momento en que es potencia incluso en materia espacial.
A la actividad también asistieron figuras políticas, como el canciller de la Republica Arnoldo André, el alcalde de San José Johnny Araya, el expresidente José Maria Figueres, y los diputados Alejandro Pacheco y José Pablo Sibaja.
El hombre detrás de la escultura
La obra que engalana el Barrio Chino fue creada por el escultor costarricense Juan Carlos Abarca.
Abarca conversó con Noticias Columbia sobre el proceso de creación.
“Realicé estudios de posgrado en la Academia Central de Bellas Artes en Beijing entre el 2015 y el 2019. Cuando me preparaba para regresar a Costa Rica, la señora Isabel me manifestó su interés por generar una obra escultórica en Costa Rica, yo era el candidato perfecto siendo el primer costarricense que se graduó de escultura en la Academia de Bellas Artes”, indicó Abarca.
La obra se realizó en China en el 2020, pero por la pandemia tuvo que atrasarse su colocación hasta este año.
El diseño de la obra duró tres meses y la producción alrededor de cinco meses.
Según explicó Abarca, en la escultura “se resaltan tres aspectos principales, que son la gastronomía, la historia, la ciencia y el comercio”.
Abarca también indicó que en la obra existen varios simbolismos, como las tres bendiciones chinas: la longevidad, la prosperidad y la felicidad.
