Monseñor Manuel Eugenio Salazar, obispo de la Diócesis de Tilarán, envió mensajes sobre la actualidad nacional durante la Santa Eucaristía de este viernes en la Basílica de los Ángeles.
En el día 6 de la novena, se llevó a cabo en la Basílica de los Ángeles la Santa Eucaristía con la Diócesis de Tilarán – Liberia.
El obispo Manuel Eugenio Salazar dio una homilía en la cual se refirió a varios puntos importantes de la actualidad nacional.
El padre pidió paz para Costa Rica e identificó al egoísmo como el principal problema del país.
“Con el perdón de los del Valle Central, vivo muy feliz en Guanacaste. Veo que los vecinos dejan carros afuera en las noches, frente a sus casas y no desaparecen. Paz para Costa Rica. El egoísmo es el epicentro de los problemas nacionales. El egoísmo de yo, primero yo, segundo yo, tercero yo y si hay un cuarto, también yo. Para mi bolsillo, para mi bolsillo, para mi bolsillo. El egoísmo es el epicentro de los problemas nacionales”, señaló el sacerdote.
Uno de los elementos más importantes del sermón fue en relación con el auge de la violencia en el país.
Para el obispo es muy claro de dónde ha surgido el aumento de la inseguridad.
“Hay violencia social porque hay familias desintegradas. Uno ve en los medios de comunicación que por qué hay tanto robo. ¿Por qué? Porque hay familias con falta de valores, porque hay hambre, gente con hambre en este país, mal vestidos y mal bañados. No hay plata para la luz, el agua, el teléfono. En la educación nacional hay que inculcar valores y no solo conocimientos. ¿Qué hacemos con un doctor en física matemática si su vida personal es un infierno”, cuestionó el cura.
Además, el sacerdote de la Diócesis de Tilarán – Liberia también dedicó parte de su homilía a la crítica de la corrupción en los diferentes niveles que afectan al país.
“En este país nadie quiere ceder, todos quieren ganar todo. Embuchacar, embuchacar. Sindicatos, cámaras patronales, organizaciones, partidos, gobiernos, municipalidades, para dentro, para dentro y para dentro y el país me importa un bledo. Así vamos a despedazar a la patria. Nadie quiere ceder, todos quieren ganar todo. A los pobres, ¿quién los defiende? No a la corrupción impune, que chupa la sangre del pueblo”, manifestó el padre.
Finalmente, el obispo pidió a los presentes ofrecer oraciones para la Iglesia Católica en Nicaragua, la cual ha sido constantemente perseguida por el régimen Ortega-Murillo.
“Termino diciendo: toda dictadura es un mal, sea de izquierda como de derecha. Oremos por nuestros hermanos nicaragüenses para que encuentren la democracia. Oremos por la iglesia mártir de Nicaragua para que sea fiel a Jesucristo. Viva Cristo Rey. Viva la Virgen de los Ángeles”, agregó el obispo.
