“Si uno quiere hacer las cosas bien y hacer cambios bueno, se vuelve incómodo para mucha gente”, asegura la defensora.
A inicios de los 90, la actriz estadounidense Julia Roberts protagonizó la película de suspenso “Durmiendo con el enemigo”. Allí, Roberts era una mujer que tenía que soportar, diariamente, la violencia y los abusos de su esposo, ante la imagen aparentemente idílica de su matrimonio.
Han pasado 31 años desde que aquella cinta debutó el las salas de cine y, aunque Catalina Crespo no es ni actriz ni Julia Roberts, la forma en la que describió su situación en la Defensoría de los Habitantes se ajusta, casi a la perfección, con el argumento de la cinta.
Crespo aseguró ante los diputados de la República que durante sus cuatro años en la institución recibió maltratos, amenazas y señalamientos por, según sus palabras, cumplir con su deber.
“Trabajar en derechos humanos y trabajar en un órgano de control es muy incómodo para muchísima gente. Si uno quiere hacer las cosas bien y hacer cambios bueno, también se vuelve uno muy incómodo. Hay mucha gente molesta por hacer las cosas bien y ahorrarle fondos públicos a la gente”, denunció.
Crespo agregó que durante su periodo ha enfrentado la oposición de un sector de la Defensoría pero que logró encontrar apoyo en ciudadanos que respaldaron su labor.
“¿Hubo gran violencia hacia la defensora, los últimos cuatro años? Sí, sí los hubo. ¿Quiénes fueron mis defensores? Los ciudadanos que me llamaban y ponían en redes que yo les había ayudado. Ellos defendieron a la defensora”, aseguró.
Incluso, la defensora denunció que algunos funcionarios intentaron presionarla para evitar que se involucrara al expresidente Carlos Alvarado en el escándalo por la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD).
Crespo también señaló problemas de estructura a lo interno de la Defensoría, a la cual calificó como “hiperjerarquizada”, un tema que dice es difícil de cambiar.
“Existen más directores y jefes por funcionario, con salarios sumamente altos, que en ninguna otra institución pública del país. La Defensoría de los Habitantes contaba, al inicio de mi gestión, con 16 puestos gerenciales en medio de 150 funcionarios activos. Eliminé dos cargos directivos, pero todavía quedan 14, con salarios de más de tres millones de colones”, indicó.
La actual defensora llegará al final de su periodo envuelta en varias polémicas y señalamientos. El Sindicato de los funcionarios de la Defensoría de los Habitantes, por ejemplo, calificó su gestión como “pésima” y la acusó de llevar a la institución al nivel más bajo de credibilidad de su historia.
Además, aunque aún le resta tiempo en su cargo, algunos diputados piden su salida inmediata.
Catalina Crespo fue nombrada como Defensora de los Habitantes en el 2018 y no buscará la reelección a la cual podía optar.
