(Aquí Nicaragua, aquí Columbia)- El arquero del Real Estelí tratará se sacar provecho de su conocimiento del fútbol tico en la final contra Alajuelense. “Conozco muy bien a Joel Campbell, hice divisiones menores con él, también estaba Celso Borges. Vienen con buenos jugadores, pero las finales hay que ganarlas”, expresó, a la vez que reconoció que su rival “es uno de los mejores equipos de Centroamérica”.
El arquero costarricense del Real Estelí de Nicaragua, Douglas Forvis, se propuso sí o sí ganar la Copa Centroamericana ante Liga Deportiva Alajuelense.
Juegan este martes en Nicaragua y ocho días después en Alajuela.
“Lo visualizo como un partido muy duro, muy difícil. Sabemos que nos enfrentamos a uno de los mejores equipos de Centroamérica”, manifestó Forvis a Columbia desde el mismo camerino del Real Estelí.
Expresó que “el equipo de nosotros es muy aguerrido” y que “espero mantener el marco en cero”.
Considera que conocer bien a sus rivales es beneficioso para él.
“Conozco muy bien a Joel Campbell, hice divisiones menores con él, también estaba Celso Borges. Vienen con buenos jugadores, pero las finales hay que ganarlas y esperamos traernos el título de allá, de Costa Rica”.
Manifiesta que de locales son muy poderosos, al punto que en este certamen nadie fue capaz de hacerles siquiera un gol.
“Les va a costar, porque hemos hecho de nuestro campo una fortaleza”, advirtió sobre el invicto de diez años del Real Estelí en el Estadio Independencia.
También reveló aspectos personales de su carrera.
“Cuando salí de Santos quise guindar los tacos”, reconoció, pero retrocedió cuando recibió la oferta del Real Estelí.
Recordó que hizo ligas menores con Saprissa y que Róger Mora le decía que tenía todas las condiciones, pero que quizá le faltó mentalidad para estabilizarse.
Se fue del equipo cuando Saprissa contrató a Kevin Briceño y tomó la decisión de irse al Municipal Liberia, donde comenzó su trajín en primera división.
Douglas Forvis reveló que le gusta el mote que le endosó el narrador de Columbia Marvin Centeno: “La Montaña”.
“Es un bonito apodo, porque la fe mueve montañas y la fe nunca la perdí. Y me va con lo que siempre he tenido, fe de lograr mis sueños y estoy a un pasito de cumplir uno con lo que siempre soñé”, comentó el arquero de 30 años de edad.
