Los Juegos Olímpicos siempre dan lugar a la captura de imágenes asombrosas, y el surf de París 2024 no fue la excepción, dejando dos imágenes selladas para siempre en la memoria. En una de ellas aparecen la brasileña Tatiana Weston-Webb y la costarricense Brisa Hennessy como «coprotagonistas». La otra es del brasileño Gabriel Medina y ambas fueron captadas por el fotógrafo Jerome Brouillet de AFP.
Se estaba disputando la segunda serie de la semifinal entre la brasileña Tatiana Weston-Webb y la costarricense Brisa Hennessy, cuando una enorme ballena apareció unos metros más allá para unirse a la competición. El enorme cetáceo acaparó gran parte de la atención realizando grandes saltos mientras las dos competidoras esperaban a coger una buena ola para acceder a la batalla por el oro. Después se fue por donde había venido.
La otra fue una fotografía tan increíble que parece un montaje. La imagen también fue captada por Jerome Brouillet, fotógrafo de AFP y muestra a Medina y su tabla de surf suspendidos en el aire. Están alineados a la perfección y unidos por la correa. La pose triunfal de Medina le da el toque final: con el brazo derecho levantado y el dedo índice señalando hacia el cielo, el brasileño escenificó una imagen icónica en los Juegos.
Brouillet dice que esperaba la situación. “No me sorprendió, estaba preparado”, declaró a The Washington Post. “Yo y los otros fotógrafos en el barco supusimos que iba a hacer un salto, y eso fue lo que hizo. Entonces apreté el botón”, sintetizó. Ambas imágenes le dieron la vuelta al mundo.
La competencia
El francés Kauli Vaast y la estadounidense Caroline Marks se convirtieron en los medallistas de oro en el surf de los Juegos Olímpicos de París 2024, que se desarrolló en la emblemática playa tahitiana de Teahupo’o.
El surf, que por segunda ocasión es deporte olímpico, se alargó por contratiempos climáticos hasta la última de las fechas disponibles, para coronar a dos de los surfistas que mejor lucieron sobre la temible ola de Teahupo’o.
Marks toma el cetro de Moore
Con el triunfo en París 2024, Marks tomó el cetro que había dejado vacante Carissa Moore, oro en Tokio 2020. La estadounidense, que en su momento dijo que el surf era un pasatiempo familiar, llegaba a esta competencia con la intención de mejorar su actuación en Tokio, cuando terminó en la cuarta plaza y dejando claro que su mayor ambición era «ganar oro en París».
La estadounidense tuvo su mejor serie en la primera ronda, en donde consiguió acumular 17,93 puntos y una ola de 9,43. Con este oro, Estados Unidos domina el medallero femenino del surf en los Juegos Olímpicos, coronando a dos campeones en citas seguidas.
Vaast mandó en su playa
Por su parte, el francés Kauli Vaast, que reside actualmente en Teahupo’o, se dejó todo en cada una de sus salidas, demostrando sobre la tabla que iba a defender su playa. Vaast tuvo un camino largo hacia el oro, teniendo que competir en todas las jornadas, pero lo mejor lo dejó para el final, siendo este 17,67 (8.50+8.17) su mejor puntuación. Superó al australiano Jack Robinson que se colgó la plata.
El deportista de 22 años, antes de ganar el oro olímpico, señaló que una de sus prioridades es «ser uno de los mejores surfistas del mundo y calificar para el WSL Championship Tour».
Los mejores latinos
El surf de los Juegos Olímpicos de París también tuvo su sazón latina, teniendo hasta el último momento representantes con opciones de meterse en la pelea por el oro. En la rama masculina, la lucha por el bronce fue suramericana, en el duelo entre el peruano Alonso Correa y el brasileño Gabriel Medina.
Medina, el dueño de la ola de 9,90 puntos, la mejor puntuación del surf de los Juegos Olímpicos, se llevó la medalla de bronce ante un Alonso Correa que competía en sus primeros Juegos Olímpicos, y que dejó claro que ya pertenece a la élite del surf mundial. Destacable también la medalla de plata de la brasileña Tatiana Weston-Webb, que perdió en una final cerrada contra Caroline Marks. La costarricense Brisa Hennessy fue la cara del surf centroamericano, quedando a poco de colgarse el bronce.
Un lugar mágico, pero…
Teahupo’o, en la Polinesia Francesa y hogar del ASP World Tour, la reconocida liga mundial de surf, es un punto mágico en donde se produce «la gran ola».
Se trata de uno de los máximos retos para los surfistas, por su magnitud de hasta 10 metros y lo cerca que rompen las olas del arrecife, obligando incluso a muchos de los deportistas a salir con protección a las pruebas.
Por otro lado, algo que no sentó demasiado bien a algunos surfistas fue el encontrarse a 15.000 kilómetros de París, el epicentro de los Juegos Olímpicos, perdiendo parte del ambiente único de la competición.
Pero más allá de la distancia, el respeto hacia «la gran ola» de Teahupo’o dejó un duelo único de los 48 mejores surfistas del mundo, que este lunes conocieron a sus nuevas majestades.
