El 40% de la población mundial no duerme correctamente, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dormir 7 u 8 horas diarias no es equivalente a dormir plácidamente. De acuerdo con declaraciones de la neuróloga del Hospital San Juan de Dios, Mónica Garro Zúñiga, lo más importante es que las personas tengan un sueño profundo, ya que es en esta etapa donde el cuerpo logra realizar todas las funciones restauradoras.
La doctora indicó que los aspectos positivos de dormir correctamente se vuelven esenciales para vivir una vida longeva.
“Las personas que duermen bien son aquellas que tienen un sistema inmunológico mejor preparado, una reparación celular apropiada, suelen vivir más años, tienen una mejor calidad de piel, más vitalidad y pasan el día con mayor cantidad de energía. Entonces al final, esto se traduce en una excelente calidad de vida”, manifestó Garro.
Otro de los beneficios que trae consigo el sueño reparador se refleja en la capacidad cognitiva, ya que el proceso de aprendizaje se vuelve una tarea más sencilla. También actúa como potenciador de la memoria en el ser humano.
La disminución del cansancio, la reducción de la irritabilidad, la prevención de ansiedad y depresión, la mejora en el estado de ánimo y el aumento en el rendimiento físico y mental son contribuciones que otorga el sueño profundo.
Enfermedades que afectan el sueño
La especialista comentó que el Parkinson está asociado con un trastorno del sueño, ya que no se desconecta la parte motora a la hora de soñar. Esto provoca que la persona empiece a hacer movimientos acordes a lo que está soñando durante el momento de descanso.
La neuróloga añadió que el insomnio y el síndrome de apnea del sueño son otros trastornos que impiden alcanzar un sueño reparador.
¿Qué es el síndrome de apnea del sueño?
“Es un trastorno respiratorio durante el sueño. Ocurre cuando una persona hace pausas respiratorias mientras duerme, y esas pausas provocan microdespertares. Por lo tanto, estas personas no llegan a tener sueños profundos”, explicó Garro.
Hábitos de una buena higiene del sueño
La doctora recomendó: mantener el espacio donde usted duerme libre de dispositivos tecnológicos, ya sean celulares, tablets, televisores y computadoras, ya que estos son distractores del sueño; preparar el cerebro para el sueño, lo cual se logra realizando actividades relajantes y apagando las luces una hora antes de acostarse; evitar el consumo excesivo de cafeína por las tardes; y eliminar los objetos o ruidos que interrumpan el sueño profundo.
La especialista hizo énfasis en la importancia del sueño en la vida cotidiana.
“El sueño es una necesidad fisiológica, pero también es un placer para muchas personas. En muchas ocasiones, en esta sociedad, sobrevaloramos la actividad y la adrenalina, y no le damos el valor necesario al silencio, la pausa, el descanso y el dormir”.
